Entra en Instagram y encontrarás una infinidad de selfis y atardeceres con la etiqueta #bendecido. Es fácil sentirse bendito cuando estamos de buen humor y nos sentimos amados. Incluso cuando las cosas parecen andar mal, la mayoría de nosotros sabe que nuestra vida podría ser mucho, mucho peor. Pero estar verdaderamente agradecido por nuestras bendiciones significa apreciar, en cada área de nuestra vida, cuánto amor el Creador tiene por nosotros.
"¡Estamos rodeados por tantas bendiciones a diario!"
Los kabbalistas enseñan que la clave para despertar más bendiciones y atraerlas a nuestra vida es cultivar una apreciación por todo con lo que hemos sido bendecidos actualmente. ¡Estamos rodeados por tantas bendiciones a diario que solemos darlas por sentado o ni siquiera las notamos! ¿Con cuánta frecuencia hacemos una lista real de todas las cosas por las que estamos agradecidos? Dedicar tiempo de nuestra ocupada vida para recordar nuestras bendiciones nos puede ayudar a enfocarnos en las cosas que verdaderamente importan a la vez que desarrollamos una conexión más fuerte con la Luz del Creador.
Aquí presentamos diez ejemplos de bendiciones para agradecer cada día:
1. Un techo sobre tu cabeza.
Nuestros hogares nos proporcionan refugio, calidez y seguridad. Se estima que en el mundo hay alrededor de 150 millones de personas sin hogar. ¡Recuerda la gran bendición que es tener un lugar cómodo donde vivir!
2. Acceso a alimentación y agua.
Estamos rodeados por comida todo el tiempo. En el supermercado, en la calle, en restaurantes y cafés, en casa. Es muy fácil olvidar que la comida y el agua son necesidades humanas básicas a las que muchas personas no tienen ningún acceso. El hecho de que tengamos abundantes alimentos y agua, así como opciones de cuándo y dónde comer, es una bendición que no deberíamos menospreciar.
3. Tus seres queridos.
Cada persona es puesta en nuestra vida por una razón. Piensa en las personas a quienes acudes cuando necesitas algo, las personas que te hacen sonreír y las personas que te ofrecen un amor infinito. ¡¿Cuán afortunado eres de tenerlas en tu vida?!
4. Tus sentidos.
El mundo está lleno con cosas extraordinarias para experimentar. ¡El simple hecho de escuchar una composición musical o disfrutar de un atardecer es una bendición maravillosa del Creador!
5. Tus habilidades.
A veces nos enfocamos tanto en nuestra propia negatividad o las cosas que necesitamos cambiar en nosotros que olvidamos apreciar nuestros talentos. Nuestras habilidades son regalos que nos dio Dios con el propósito de traer más Luz al mundo. Seas músico, contador, o tan solo alguien que de verdad sabe escuchar, dedica tiempo a analizar cómo puedes compartir mejor tus fortalezas con otras personas.
6. Tu sabiduría.
¡Es muy probable que hayas aprendido unas cuantas cosas en los años que llevas aquí en la tierra! Agradece la experiencia y la perspectiva que has obtenido. Ellas te han moldeado en la persona que eres hoy.
7. Tus memorias.
Las memorias pueden ser felices o dolorosas, pero, de cualquier manera, son recordatorios de que hemos vivido. Nos permiten atesorar a personas que hemos perdido y aprender de nuestro pasado.
8. Tu libertad.
Hay momentos en los que nos sentimos “estancados” en la vida; un trabajo que no va a ningún lugar, una mala situación con nuestro compañero de cuarto, una relación tormentosa. ¡La verdad es que tenemos incontables oportunidades ante nosotros! Podemos cambiar de empleo, mudarnos a otra ciudad, hacer nuevos amigos. ¡La libertad de tomar decisiones y cometer errores es una hermosa bendición!
9. Tus desafíos.
Sí, ¡hasta nuestros desafíos son bendiciones! Quizá no lo puedas ver ahora, pero el Creador te está dando exactamente lo que tu alma necesita para acercarte a la Luz. Cada obstáculo que superamos nos enseña algo. Deberíamos estar agradecidos por nuestros desafíos porque ellos son nuestra oportunidad de oro para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos.
10. La vida misma.
La mayor bendición de todas es que nos despertamos cada mañana con aire en los pulmones.
Somos bendecidos de maneras que ni siquiera comprendemos. Cuanto más identifiquemos las bendiciones simples que vivimos cada día, más apreciación despertamos por el Creador. Eso nos acerca aún más al Creador y abre las puertas para que entre más Luz en nuestra vida y el mundo.