El concepto de “trabajo espiritual” no suena muy divertido. Tenemos vidas tan ocupadas que la idea de asumir más “trabajo” puede parecer muy desalentador. Pero la mayoría de nosotros entiende que es importante para nuestra propia paz y la mejora del mundo que dediquemos algo de tiempo a nuestra espiritualidad. Sabemos que debemos hacerlo, ¡pero a veces simplemente no tenemos ánimos!
En el estudio de la Kabbalah solemos escuchar sobre desarrollar apreciación por nuestro trabajo espiritual. Cuanto más apreciemos el poder de lo que estamos haciendo, más motivados y dedicados nos volvemos con nuestro trabajo espiritual. Así como el trabajo mismo es importante, también lo es que desarrollemos apreciación por el trabajo.
He aquí tres cosas para ayudarte a recordar cuán especial es tu trabajo espiritual:
1. Tienes la bendición de tener acceso a la sabiduría.
La antigua sabiduría de la Kabbalah ha pasado de generación en generación a través de la Torá y el Zóhar, pero no siempre fue accesible a todos. Incluso aquellos que tuvieron la fortuna de estudiar los textos antiguos solían tener dificultades para entenderlos.
Tenemos la fortuna de vivir en una época en la que contamos con muchos recursos. No solamente tenemos los textos antiguos, sino que los escritos del Arí, de Rav Áshlag y otros kabbalistas nos han dado una comprensión e interpretación claros de la sabiduría. Asimismo, tenemos acceso a maestros, clases, videos en línea, artículos y comunidades espirituales que nos apoyan y orientan en nuestro estudio.
Saber cuán afortunados somos de tener tanta sabiduría a nuestro alcance debería inspirarnos a aprovecharlos. ¡Piensa en cuán difícil sería nuestro trabajo espiritual sin estos recursos! Tenemos la increíble oportunidad de usar la sabiduría para transformarnos a nosotros y al mundo que nos rodea.
2. No puedes ver todos los efectos de tu trabajo.
Según los kabbalistas, cada vez que atraemos Luz al mundo, se revela incluso más Luz en los mundos espirituales. Hasta la conexión más pequeña puede revelar una Luz enorme.
A veces puede ser difícil ver la manera en la que nuestro trabajo espiritual afecta al mundo. Quizá no veamos ningún cambio real a nuestro alrededor, pero aún cuando no podamos ver los cambios, es importante saber que están sucediendo. Cuanto más nos transformemos en personas altruistas, ¡más Luz podemos revelar y más podemos cambiar el mundo!
La próxima vez que sientas que tu trabajo espiritual no está haciendo gran diferencia, ¡recuerda que están ocurriendo grandes cambios en los mundos superiores!
3. Tu conciencia tiene el poder de cambiar al mundo.
Los kabbalistas enseñan que nuestros pensamientos moldean el mundo que nos rodea incluso más que nuestras palabras y acciones. Nuestros pensamientos son la manera más poderosa de acercarnos al Creador y atraer Luz al mundo. Nuestro trabajo espiritual está diseñado para ayudarnos a transformar nuestra conciencia. Todos los escritos y herramientas están hechos para ayudarnos en ese proceso.
Cuando transformamos la manera en la que vemos el mundo, podemos traer bendiciones increíbles al mundo. ¡Pero eso implica hacer el esfuerzo! Recordar que estamos cambiando el mundo mediante nuestra transformación personal puede ser una motivación poderosa.
El trabajo espiritual puede ser difícil, pero cuanto más nos esforcemos en hacer el trabajo, más crecemos y cambiamos al mundo. Dedica un momento a apreciar cuán afortunado eres de tener la oportunidad de estudiar la sabiduría, cambiar tu conciencia y acercarte al Creador.