De vez en cuando hay días mágicos en los que las estrellas se alinean y todo sale bien. Nos despertamos con la sensación de haber descansado, nuestro cabello coopera, todos son amables con nosotros y las cosas fluyen en el trabajo. Sentimos que desbordamos gratitud y apreciación por el Creador.
"¿Cómo encontrar alegría en los momentos en los que estamos estresados, enfrentamos grandes obstáculos o vivimos alguna tragedia?"
Esa sensación de alegría que sentimos es algo que los kabbalistas enseñan que es una parte importante de nuestro trabajo espiritual. Debido a que el Creador es una fuente ilimitada de alegría, mientras más nos alineemos con esa mentalidad gozosa, más nos abrimos a las bendiciones del Creador. Por otro lado, cuando sucumbimos ante la tristeza, el miedo o la ira, en realidad nos separamos del Creador e impedimos que las bendiciones fluyan hacia nuestra vida.
Es fácil sentirse alegre cuando el sol brilla y los pájaros cantan, pero ¿cómo encontrar alegría en los momentos en los que estamos estresados, enfrentamos grandes obstáculos o vivimos alguna tragedia?
A continuación, te presentamos cuatro consejos útiles para ayudarte a conectarte con tu alegría:
1. Dedica tiempo a apreciar las bendiciones en tu vida.
Aunque nos guste mucho decir que estamos agradecidos por las cosas que tenemos en nuestra vida, es importante dedicar tiempo cada día a pensar activamente en esas bendiciones y apreciarlas. Nuestra vida es agitada, pero dedicar unos minutos a la apreciación puede tener un gran impacto en nuestro bienestar. Considera hacer que esto sea parte de tu rutina diaria, no solo algo que haces cuando tienes tiempo. Esto puedes hacerlo justo después de despertar en la mañana o antes de irte a dormir en la noche. Puede ser en tu pausa de almuerzo o durante el camino de regreso a casa.
Mientras más tiempo pasemos meditando sobre estas bendiciones y conectándonos con ellas, más despertamos apreciación y más nos concentramos en traer energía positiva a nuestra vida.
2. Cuida los detalles.
Se dice que, si de verdad apreciáramos las bendiciones de una rosa, veríamos la Luz que la rodea, la Luz que emana de ella. Veríamos, en esencia, su divinidad. Apreciar por completo nuestras bendiciones significa ver la Luz que está en esas bendiciones desde todos los ángulos.
Toma algo positivo en tu vida, por ejemplo, digamos que tienes un trabajo excelente. Piensa en cómo tu trabajo trajo a tu vida colegas maravillosos, le da estabilidad a tu familia, mantiene tu mente ocupada y te motiva a crecer. Hay bendiciones dentro de bendiciones que constantemente pasamos por alto. Mientras más entrenemos nuestra mente a verlas, más entenderemos cuán abundantes son los regalos del Creador.
3. Elige darle energía a pensar positivamente.
Se suele decir que la felicidad es una decisión. Si bien no siempre podemos controlar lo que nos ocurre o lo que nos rodea, podemos decidir cómo reaccionar. Cuando sentimos que estamos por caer en pensamientos negativos, tenemos la opción de redefinir nuestra manera de pensar.
Karen Berg, fundadora del Centro de Kabbalah, suele decir: “El secreto de la alegría es saber que recibimos exactamente lo que necesitamos en todo momento”. El Creador sabe lo que necesitamos, aunque parezca doloroso en este momento. ¿Cuántas veces algo te ha salido mal, pero te lleva a crecer y aprender, o te trae algo aún mejor?
Tenemos la opción de ver nuestros desafíos como bendiciones ocultas. Puede que no nos evite sentirnos tristes o enojados, pero nos lleva al camino de la transformación. Nos evita entregarnos a la desesperación en nuestros momentos más difíciles y nos ayuda a encontrar la alegría en la oscuridad.
4. ¡Usa la alegría para despertar más alegría!
Los kabbalistas enseñan que la alegría no es solo una sensación agradable, es un poderoso regalo que el Creador nos da. Es una herramienta que puede ayudarnos a generar aún más alegría. La alegría y la apreciación tienen una hermosa relación recíproca. Mientras más apreciación tengamos, más alegría sentiremos. Mientras más alegría sintamos, más apreciación tendremos.
Al saber esto, cada vez que nos encontremos en un estado de felicidad, podemos concentrar nuestras intenciones en llevar nuestra apreciación a un nuevo nivel. Cuando lo hacemos, comenzamos a ver más bendiciones a nuestro alrededor y eso genera aún más alegría. En lugar de solo sentirnos bien, podemos usar la alegría como una herramienta para la transformación, una herramienta que permite que entren más bendiciones en nuestra vida.
Tal y como dijo Thich Nhat Hanh: “No hay un camino a la felicidad, la felicidad es el camino”. Nuestra meta no es volvernos personas felices, sino más bien acercarnos más al Creador. La alegría es el vehículo a través del cual podemos lograrlo. Mientras más alegría y apreciación despertemos por todo en nuestra vida, más nos alineamos con el Creador.
Al practicar alegría, nos abrimos a recibir más bendiciones y la alegría definitiva: la unión con el Creador. ¡Eso es algo por lo que podemos alegrarnos!