El tema principal de la porción de Behar es unir el 1% del mundo físico con la realidad del 99%. Es importante recordar que la realidad del 99% es nuestra realidad y nuestra conciencia, por eso, al cambiar nuestra conciencia, tenemos el poder de cambiar nuestra realidad. Rav Berg enseña que Behar está en el nivel de Maljut (nuestro mundo físico) y sirve para fortalecer nuestra alma, la cual pertenece a la realidad del 99%.
En la porción de Behar, los kabbalistas explican que si queremos completar nuestra corrección espiritual en esta vida, debemos hacer cosas espirituales aunque no sepamos el resultado final de dichas acciones. Por ejemplo, no hay duda que nuestras acciones espirituales revelen Luz, pero si tenemos certeza en esa idea, podremos revelar mucha más Luz. Lo que necesitamos entender esta semana es la noción de que no tenemos idea de cuánta Luz revelamos en todo lo que hacemos ni del potencial de nuestras acciones. Cuándo leemos el Zóhar, ¿sabemos cuánta Luz revelamos en el mundo? Lo mismo aplica para todo lo que hacemos. La cantidad de Luz que revelamos depende de nuestra certeza en lo que estamos haciendo. Entre más certeza tengamos, más Luz revelaremos. El verdadero crecimiento espiritual ocurre cuando permitimos que la certeza real forme parte de nosotros, eso nos acerca a la fuerza de Luz del Creador.
Existe una historia sobre el Rey Saúl y David: El profeta Samuel le dice al Rey Saúl que no podrá ser rey por más tiempo y que David será rey. El Rey Saúl quiere matar a David, éste escapa y se pone a salvo. Mientras tanto, David conoce al Profeta Samuel quien le dice, “Aunque estés corriendo por tu vida, quiero estudiar algo contigo”. La situación es un poco frustrante para David porque está corriendo por su vida y Samuel le pide un minuto para estudiar algo.
¿Qué harías en esta situación?
David decide parar y estudiar con el Profeta Samuel por una hora y luego continuar con su camino. Los kabbalistas dicen que David recibió una sabiduría específica en ese momento crítico, una sabiduría que nunca recibió en toda su vida. Durante esa hora practicó restricción, trabajó en su certeza y su conciencia se elevó a un nivel que nunca había experimentado. La historia termina cuando el Rey Saúl muere y David se convierte en rey.
La historia explica que cuando nos esforzamos, encontramos la conexión con la verdad real y podemos hacer milagros. Podemos, aún en las circunstancias más oscuras, construir el deseo de hacer un esfuerzo por todo lo que hacemos y crear un nuevo nivel de certeza con nosotros.