En la Kabbalah aprendemos que cada desafío es una bendición oculta. Incluso cuando no podamos verlo, todas las dificultades que enfrentamos son diseñadas por el Creador para enseñarnos algo a fin de ayudarnos a crecer. Y aunque quizá sepamos que esto es cierto, puede seguir siendo difícil mantenerse positivos ante la adversidad.
"Cada desafío es una bendición oculta".
Las lecciones que debemos aprender no siempre son inmediatamente claras para nosotros. A menudo implica tiempo y distancia para entender cómo nuestros desafíos nos han moldeado. Pero aquí compartimos algunos pasos a seguir en el presente para abrirnos a las bendiciones ocultas que experimentamos cada día.
He aquí unas cuantas maneras para descubrir la bendición en el desafío:
1. Pídele orientación al Creador.
Esto debería ser lo primero que todos hacemos cuando enfrentamos un desafío, pero aún así es muy fácil de olvidar. No podemos superar nuestros desafíos sin la ayuda del Creador. Pedirle orientación al Creador refuerza nuestra certeza de que Él tiene un plan para nosotros, aun cuando no estemos seguros de cuál sea. Abre tu corazón y tu mente a los mensajes que el Creador está intentando enviar.
2. Reflexiona sobre desafíos anteriores que has superado.
Una excelente manera de recordar que estás pasando por un proceso de crecimiento es pensar en cómo los desafíos anteriores te han conducido a donde estás hoy en día. Todos hemos pasado por desafíos que en su momento parecían negativos, pero que terminaron siendo unas de las experiencias más positivas de nuestra vida. Haz una retrospectiva y considera en qué áreas esto ha sido cierto en tu vida. Quizá un rompimiento tormentoso te preparó para conocer a tu alma gemela, o un despido te ayudó a encontrar un mejor empleo. Lo más probable es que no hayas podido verlo en aquel momento. Aunque estés enfrentando alguna dificultad ahora, también te está moldeando y conduciendo a donde estás destinado a ir, y algún día también quedará en el pasado.
3. Pregúntate qué te está queriendo enseñar esta experiencia.
Cuando algo malo nos ocurre, especialmente algo que está fuera de nuestro control, es fácil sentirse desvalido. Si bien no podemos escoger las cosas que nos suceden, podemos escoger cómo reaccionamos ante ellas y cómo avanzamos. Dedica tiempo para dejar de enfocarte en lo negativo, y piensa cómo esta experiencia podría ser útil en el futuro. ¿Qué está intentando enseñarte el universo? ¿Está ayudando a fortalecerte en cierta área de tu vida? ¿Te está enseñando lecciones de vida valiosas que no solo puedas usar en el futuro, sino quizá también compartirlas con otras personas?
4. Habla con un amigo o un maestro.
Nadie debe asumir las cargas completamente solo. Es muy importante que hablemos con alguien en quien confiemos, ya sea un maestro, un profesional o nuestro mejor amigo. A menudo ellos pueden ayudarnos a ver las cosas desde otro punto de vista. No solo otra persona puede ayudarnos a pensar en soluciones, sino que también pueden darnos información acerca de cómo podemos crecer a partir de esta experiencia.
"Nadie debe asumir las cargas completamente solo".
Acude a personas que sean sinceras contigo. Se dice que un buen amigo está de acuerdo contigo, pero un gran amigo te muestra en dónde te has equivocado. Cuando estamos abiertos a ello, otras personas pueden ayudarnos y apoyarnos en nuestro camino espiritual.
5. Escanea el Zóhar.
Escanear el Zóhar tiene el poder de revelar Luz, lo que nos ayuda a ver nuestros puntos ciegos y a aliviar la presión de cualquier oscuridad que estemos atravesando. Dedica tiempo cada día para escanear el Zóhar y meditar.
6. Estudia sabiduría espiritual.
Hay muchas historias en la Biblia sobre sabios que pasaron por grandes dificultades y lograron salir victoriosos. Estudiar espiritualidad no solo nos da una perspectiva más positiva o inspiración, sino que puede contestar aquellas preguntas sobre por qué estamos pasando por la dificultad en primer lugar.
7. Comparte
Según los kabbalistas, cuanto más dadores y altruistas nos volvemos, más nos acercamos al Creador. Una de las cosas más poderosas que podemos hacer por nosotros y por el mundo es ayudar a los demás. Cuando salimos de nuestro marco personal y nuestros propios problemas para ayudar a otra persona con los suyos, irradiamos Luz sobre nuestra oscuridad y permitimos que las soluciones lleguen naturalmente. Haz voluntariado conforme puedas, ayuda a un amigo con un proyecto. Sal de tu comodidad. Como Karen Berg dice: “Cuando nos ocupamos de cuidar a los demás, el universo se ocupa de cuidarnos a nosotros”.
8. Comprométete a no permitir que el desafío te derrote.
La Luz del Creador habita en nuestra alegría. Una vez que permitimos que entren pensamientos negativos, al pensar “no puedo lograrlo”, es entonces que comenzamos a desconectarnos del Creador. Mantén una actitud positiva, recuerda que superarás este obstáculo y enfócate en el crecimiento. Ten certeza de que el desafío es una bendición.
La Luz del Creador está a nuestro alrededor, bendiciéndonos de maneras que ni siquiera podemos percibir. No siempre es fácil entender por qué el Creador ha puesto obstáculos en nuestro camino, pero saber que están diseñados para ayudarnos a crecer debería mantenernos concentrados en las lecciones ocultas y las bendiciones que contienen. Cuanto más lo hagamos, más claro será el mensaje.