Este artículo fue publicado originalmente en 2018.
Cuando el agua está presente, es posible que se manifieste la vida. El agua es una parte esencial de todos los seres vivos y nosotros prosperamos en su presencia. Cuando pienso en la hermosa Irlanda, pienso en lo verde y frondosa que es debido a su gran cantidad de lluvia. Incluso desde el aire, Irlanda parece brillar por su verdor. Este es el poder que tiene el agua para dar vida y renovarnos. La lluvia tiene el poder de limpiar al planeta y dar la energía para que la vegetación se expanda y florezca. Durante esta época del año, las lluvias aumentan debido a la energía inherente en el cosmos. Es un tiempo de renovación y purificación. Esta semana, esta energía renovadora y purificadora nos ayuda a avanzar hacia nuestro siguiente nivel. Al igual que las plantas de la tierra, nosotros somos motivados a crecer y a cambiar. Somos revigorizados y purificados. Es un tiempo en el que podemos comenzar una nueva vida, con la frescura del rocío y purificados del pasado. Nos volvemos verdes y llenos de vida, estamos listos para la vida y el año entrante.
“Es un tiempo en el que podemos comenzar una nueva vida”.
Nuestra porción de esta semana es Sheminí. En Sheminí, Aharón purifica a los israelitas a través de determinados sacrificios. Luego Aharón bendice al pueblo y los lleva a un estado de santidad. La Presencia Divina entra al Tabernáculo y crea, por primera vez, una presencia física del Creador. Esta purificación es insinuada por el nombre de la porción. Sheminí en arameo significa “el octavo”. El número ocho indica una conexión con la Sefirá de Biná, la octava sefirá en cuenta ascendente desde Maljut. Biná es nuestra fuente principal de energía que nos limpia y es la lluvia de la espiritualidad. Aun a través de su nombre, esta porción nos indica el alto nivel de abundancia espiritual y energía que nos espera esta semana. Esta semana recibimos el regalo de conectarnos directamente con Biná.
No es coincidencia que estudiemos la porción de Sheminí inmediatamente después de la festividad de Pésaj. Estos siete días actúan como una lluvia poderosa y hermosa que elimina la negatividad y el egoísmo, una lluvia que nos deja limpios y restaurados. Estos días de Pésaj eliminan de nuestro ser el Deseo de Recibir para Sí Mismo y la negatividad del ego. Al final queda nuestra vasija nueva y purificada, “verde” y lista para el año nuevo. El universo nos apoya esta semana con purificación para que tengamos el año más positivo y exitoso posible, ya que cuando quitamos el barro del ego, revelamos la chispa del Creador que es nuestra verdadera esencia. Somos seres generosos y buscamos avanzar. Del mismo modo en el que lo hacen las plantas, nosotros buscamos crecer para estar más cerca de la energía del Creador y estar más en sintonía con ella. Cuando estamos alineados con la energía del amor y de la creación, vemos que el caos, el dolor y el sufrimiento simplemente no tienen espacio para crecer.
“Estás renovado y ahora nada puede detenerte”.
Esta semana en tus meditaciones, viaja a las colinas irlandesas. Visualízate recostado en las verdes y frondosas colinas. Recuéstate en el suelo y siente la frescura del césped, la humedad y la calidez en el aire y el abundante oxígeno llenando tus pulmones. Respira profundamente. Esta semana estás renovado. Estás listo y energizado con todo lo que necesitas para el año nuevo que tienes frente a ti. Has sido restaurado y renovado. Tus huesos son fuertes. Tu visión es nítida. Los latidos de tu corazón son constantes como un tambor que nunca se detendrá. Estás listo para enfrentar el futuro y el mundo que tienes por delante. El pasado quedó atrás junto a tu antiguo yo. Ahora solo queda una nueva conciencia, una nueva visión y un nuevo comienzo.
Estás renovado y ahora nada puede detenerte.