El Zóhar habla de una idea muy simple que puede ayudarnos a elevar nuestra conciencia a lo largo de Pésaj para poder recibir los grandes regalos que están disponibles durante este período de tiempo. Hay algo llamado Shloshá Regalim, que son los tres principales momentos de conexión, o festividades, del año; Pésaj, por supuesto, es uno de estos, junto a Shavuot y Sucot. A lo largo del año, la Luz del Creador está oculta y, aunque hagamos nuestro trabajo espiritual y luchemos por conectarnos con esa Luz, hay altibajos, momentos de conexión y momentos de desconexión. Sin embargo, los kabbalistas explican en el Zóhar, en Emor, que durante estos tres momentos la Luz del Creador se revela por completo, sin ninguna barrera ni obstáculo.
“Esta fue la Luz que permitió que los israelitas salieran de Egipto”.
Por lo tanto, lo que comienza a ocurrir en Pésaj es literalmente una revelación de la Luz del Creador. Además, cada aspecto negativo que existe o que se manifestará en nuestra vida puede ser expulsado en Pésaj. Los kabbalistas explican, y el Arí lo repite una y otra vez, que a lo largo del año sí podemos realizar conexiones y atraer Luz, pero siempre hay fuerzas negativas a nuestro alrededor; quizá atraigamos un poco de Luz, tal vez luego perdamos un poco o quizá seamos absorbidos por el Lado Negativo.
No hay garantías de que la Luz sea revelada el resto del año, pero Pésaj es diferente porque la Luz del Creador llega con tanta fuerza que, si la recibimos, nada negativo podrá aferrarse a nosotros. Por eso, a pesar de que los israelitas estaban en el estado físico y espiritual más bajo posible, los egipcios tuvieron que dejarlos ir, porque la Luz revelada era tan poderosa y completa que fue abrumadora para todas las fuerzas de negatividad. Por lo tanto, Pésaj es el único momento del año en que el Lado Negativo debe soltarnos, ya sea que lo desee o no, ya sea que lo merezcamos o no. No puede seguir aferrándose a nosotros.
Cuando Rav Brandwein le habló a mi padre, Rav Berg, sobre el poder de este día, le dijo que durante el resto del año hay prácticamente una discusión entre la Luz del Creador y la Sitrá Ajrá, el Lado Negativo. Es como si la Luz del Creador le dijera al Lado Negativo: “¡No! Esta persona debería tener Luz, bendiciones, salud, felicidad y fuerza porque está conectada Conmigo”, mientras que la Sitrá Ajrá dice: “No, no, ¡esta persona es mía! Merece tener oscuridad, dolor y enfermedad”. En el resto del año esta batalla ocurre y, desafortunadamente, todos la vivimos. Hay momentos en los que somos abrumados por las bendiciones que nos da el Creador, y hay momentos en los que somos abrumados por la oscuridad que el Lado Negativo nos impone.
“Si nos conectamos completamente con la energía de Pésaj, el Lado Negativo tiene que soltar”.
No obstante, Pésaj es diferente. En Pésaj, según lo que Rav Brandwein le comenta a Rav Berg, el Creador le dice al Lado Negativo: “Déjalos ir. Quita todo tu control sobre cada una de las personas que desean conectarse en Pésaj”. El poder y la belleza de este día es que es el único momento del año en que, si nos conectamos completamente con su energía, el Lado Negativo tiene que soltar. Esta fue la Luz que les permitió salir de Egipto a los israelitas y esta es la Luz que está disponible para nosotros en Pésaj.
Si bien es cierto que cada persona se conecta a un nivel diferente, ahora entendemos que si nos conectamos con esta conciencia en Pésaj, recibimos el regalo gratuito de este día: la sobrecogedora Luz revelada del Creador que no permite que ninguna fuerza negativa se aferre a nosotros. Así pues, después de Pésaj el Lado Negativo no tendrá control sobre nosotros. Ese día tiene que soltarnos.
Allí es donde comenzamos. Sin importar la relación que tengamos con el Lado Negativo cuando iniciemos Pésaj, si nos conectamos con el regalo que está disponible para nosotros en este tiempo, cuando Pésaj termine no estaremos más en contacto con la Sitrá Ajrá… o si no estamos completamente fuera de su alcance, al menos estaremos un poco más libres de ella. Mientras hacemos nuestras conexiones y escuchamos la lectura de la Torá durante Pésaj, solo debemos tener la conciencia de que la Luz está fluyendo, es sobrecogedora y, mientras siga bañándonos, el Lado Negativo tendrá que soltarnos.
Hay vestigios del Lado Negativo adheridos a nosotros de los cuales ni siquiera estamos conscientes. Pero si tenemos la conexión de este día, incluso esos aspectos del Lado Negativo deben soltarnos. Mientras escuchamos la Torá y hacemos todas nuestras conexiones durante Pésaj, tenemos que saber que la Luz nos está bañando, y podemos pensar en los aspectos del Lado Negativo (los que conocemos, pero, más importante aún, los que no conocemos) que la sobrecogedora Luz del Creador está forzando a abandonarnos.