Es un error común pensar que las relaciones exitosas están libres de conflictos o que casarnos con nuestra alma gemela conduce a un matrimonio divertido y feliz sin ningún tipo de dificultades. La verdad es que los conflictos no solo son inevitables, sino que son una parte necesaria de todas las relaciones. Las relaciones pueden evolucionar a través de los conflictos, lo que nos permite crear vínculos más estrechos y fuertes, pero depende de nosotros usar los desacuerdos como un trampolín para crear una conexión más profunda.
He aquí cinco consejos para discusiones más productivas:
1. No tengas miedo a los desacuerdos, suelen ser señal de una relación sana.
Discutir con tu pareja significa que ambos están creciendo y cambiando, y que se preocupan profundamente por cada aspecto de la relación. Si hay algo importante en lo que no están de acuerdo o si alguien se siente herido por algo, es importante hablarlo. Evitar el conflicto puede significar reprimir tus sentimientos, lo que solo genera resentimiento. Las relaciones pueden desmoronarse cuando no hay desacuerdos porque ambos miembros de la pareja se han desentendido por completo o simplemente no se interesan lo suficiente como para entablar una conversación significativa.
Una discusión no tiene por qué significar gritos y alaridos. Discutir puede ser una conversación apasionada sobre cosas en las que no se está de acuerdo. Establece reglas básicas con tu pareja y desarrolla un estilo de pelea sana que funcione para ambos.
2. Aborda el conflicto como una oportunidad para que tu relación se fortalezca aún más.
Una de las razones espirituales del conflicto en una relación es que crea una apertura para profundizar los lazos de la relación. Si decides que no quieres lidiar con el conflicto, tan solo superarlo y pasar a lo siguiente, habrán perdido una poderosa oportunidad de hacerse más fuertes y unidos.
Sé consciente de la dichosa oportunidad que hay en el desafío. Aunque no sea cómodo, aprovecha la oportunidad para acercarte a tu pareja. En la vida no siempre tenemos una oportunidad tras otra. Si no aprovechas esta, puede que la siguiente no llegue o que no estés preparado para ella. Los desafíos son los que hacen más profundo el amor, el vínculo. Eso es lo que lleva tu relación al siguiente nivel.
3. Sé abierto y vulnerable con tu pareja. Eso los acercará más.
Es tentador tratar de mostrar solo tu mejor cara a tu pareja, en especial en una nueva relación. Pero si estás eligiendo a alguien como compañero de vida, es importante que te entregues por completo a la relación. Ten presente que está bien ser uno mismo, con defectos y demás. Desarrollar una relación duradera requiere que ambos miembros de la pareja revelen las partes de sí mismos que más quieren ocultar.
La vulnerabilidad no es una debilidad. Ser franco con tu pareja y compartir tus emociones de hecho te acerca más a ella. Esto no suele ser cómodo al principio, pero la vulnerabilidad es una de las formas más poderosas de profundizar una relación.
4. Intenta encontrar la verdadera intención de tu pareja detrás de sus palabras.
A menudo esperamos que nuestras parejas nos lean la mente, creyendo que no necesitamos explicar nuestros sentimientos porque deberían conocernos lo suficiente. Muchas veces tenemos una expectativa, un deseo, un dolor o una necesidad insatisfecha, y en lugar de ser vulnerables y decirlo, buscamos una pelea o una forma indirecta de conseguirlo.
Cuando surja un conflicto, intenta escuchar el deseo de tu pareja detrás de las palabras. Independientemente del tiempo que lleven juntos, ten presente que hay mucho que aprender sobre tu pareja, sobre ti mismo y sobre las relaciones. Mantente abierto a saber que hay cosas que desconoces, lugares en los que necesitas cambiar y crecer. No asumas que lo sabes todo sobre tu pareja o viceversa. Tómate tiempo para investigar como un detective. Haz preguntas y busca su verdadero deseo.
5. Después de la discusión, tómense tiempo para enmendar las cosas.
Discutir no consiste en ganar; es aprender más uno del otro y cómo trabajar mejor juntos como pareja. Tómense tiempo para sanar después de una discusión. Uno de los indicios más importantes de que tu relación está construida sobre una base que puede soportar los conflictos necesarios es la rapidez con la que se recuperan. De lo contrario, el dolor permanece como una herida abierta.
Piensa en la última discusión significativa que tuvieron. ¿Se tomaron el tiempo necesario para reparar la herida? ¿Te sientes más cerca de tu pareja gracias al conflicto?
Todas las relaciones sanas y prósperas implican conflictos. Es un indicador de que nos estamos impulsando a nosotros mismos y a nuestra pareja para alcanzar el siguiente nivel de nuestro potencial. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de desarrollar una relación que nutra, crezca y evolucione. Esto requiere que seamos abiertos acerca de nuestros sentimientos, tengamos discusiones sinceras, nos tomemos el tiempo necesario para entender a nuestra pareja y hagamos cambios significativos después de una discusión. Si se usan de forma adecuada, los conflictos y las discusiones pueden ser herramientas poderosas para profundizar una relación.