El sueño es una necesidad humana básica: afecta nuestro humor, memoria y salud general. Aún así, suele ser una de las primeras cosas que estamos dispuestos a sacrificar en nuestras ocupadas vidas. ¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir: “Descansaré cuando muera”? Pero, más allá de los efectos físicos evidentes del descanso, hay razones espirituales todavía más profundas e importantes.
El poder del sueño es que no solo nos recarga, sino que también permite que nuestra alma se eleve a grandes alturas. Durante el sueño, nuestra alma deja nuestro cuerpo y asciende al mundo superior, donde recibe toda la sabiduría, asistencia y bendiciones que necesitamos para el próximo día. Mientras tanto, nuestro cuerpo tiene su momento para sanarse y renovarse. Sin embargo, hay algunas cosas que debemos hacer para poder recibir por completo los beneficios de dormir.
He aquí tres consejos espirituales para sacar el máximo provecho a dormir:
1. Pasa tu día compartiendo con otras personas. Se dice que, cuando dormimos, nuestra alma da testimonio al Creador. Esta evaluación de nuestra alma determina la cantidad de bendiciones que recibimos para el día siguiente. Cuanto más cuidadosos, generosos y altruistas hayamos sido en nuestro día, más nos dotan con la sabiduría y las bendiciones que necesitamos para mañana. Por otro lado, si actuamos de forma egoísta o lastimamos a los demás, no hay manera de que nuestra alma pueda ascender y recibir estos regalos.
Si quieres tener un buen descanso (y un gran mañana), dedica tu día a ocuparte de los demás y a compartir desinteresadamente.
2. Di una oración antes de dormir. Cuando el alma sale del cuerpo para ascender al mundo superior, hay muchas fuerzas en las cuales se puede enredar. Y si el alma no asciende serenamente, no obtiene la regeneración que necesita. El alma podría entrar en lugares que no nos revigorizan, lo cual hace que tengamos pesadillas o incluso que nos despertemos más agotados de lo que estábamos antes de ir a dormir. Es por ello que podemos dormir seis u ocho horas y levantarnos sin sentir que descansamos.
A través de la oración y la meditación, podemos pedir al Creador que ayude a nuestra alma en su ascensión. Hay un versículo que el Zóhar usa como meditación fundamental para entrar en el sueño espiritual: Beyadjá afkid rují, son solo tres palabras que significan: “En tus manos entrego mi alma”.
La conciencia que tenemos antes de ir a dormir es esencial para obtener un sueño espiritual regenerador. Al irte a dormir, pide a tu alma que encuentre su lugar de descanso con el Creador y que obtenga su renovación.
3. Haz que tu primer pensamiento del día sea de agradecimiento. La manera en que salimos del sueño es tan importante como la manera en que entramos. Los primeros momentos al despertar son extremadamente importantes porque influyen en todo el día. Todo fluye del comienzo. Todos hemos escuchado la expresión: “Levantarse con el pie izquierdo”. Si te despiertas enojado, eso establece un matiz negativo para ese día. Por otro lado, si tu primer pensamiento al abrir los ojos es tener aprecio, eso irradia una luz positiva para el resto del día.
Da gracias al Creador porque tu alma regresó a tu cuerpo. Orar al Creador antes de dormir y luego despertar con agradecimiento en la mañana proporciona una estructura poderosa al sueño que te permitirá aprovechar por completo sus beneficios.
Dormir no es tan solo una demanda física del cuerpo: es una demanda del alma. La razón por la que sentimos los efectos físicos de la falta de sueño, como el agotamiento, proviene de nuestra necesidad espiritual de descansar. Mediante acciones de compartir, pensamientos de agradecimiento y la meditación antes y después de dormir, recibirás sabiduría y apoyo, y podrás manifestar bendiciones infinitas a lo largo del día.