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¿Estás a la altura de tu potencial? Cuatro consejos para alcanzar tu próximo nivel

Adaptado del pódcast de Sed Espiritual de Monica y Michael Berg. Escúchalo y subscríbete aquí.
Septiembre 25, 2023
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Si plantaras la semilla de un roble, sabrías que la semilla tiene el potencial de convertirse en un árbol fuerte y poderoso si se le dedica el tiempo y los cuidados necesarios. Y si la semilla crece y se convierte en un árbol pequeño, sabrías que no ha terminado de crecer y que apenas está en medio de un proceso que durará toda la vida. Nuestras almas son como las semillas de un árbol. Tienen un potencial infinito de crecimiento y transformación. La diferencia es que no siempre vemos o entendemos nuestro propio potencial y a menudo no comprendemos en qué punto de nuestro proceso nos encontramos. 

Nuestras almas no tienen límites, pero solemos subestimar lo que podemos hacer y aquello en lo que nos podemos convertir. Asimismo, nos desanimamos cuando no hemos alcanzado ciertos objetivos o logros, sin darnos cuenta de que aún estamos en pleno proceso de crecimiento. Entender nuestro potencial ilimitado y tomar medidas para manifestarlo a través de la acción es una experiencia necesaria y transformadora. 

He aquí cuatro consejos para comenzar a manifestar tu potencial:

1. Comprende que tu alma es infinitamente más grande de lo que puedes imaginar.

Es difícil imaginar la grandeza de nuestro potencial desde nuestra visión limitada del mundo. Aunque sepamos que una semilla de roble se convertirá en un roble y que una semilla de manzana se convertirá en un manzano, no sabemos qué forma adoptará nuestro potencial. Es imposible saber para qué estamos destinados a la larga, tan solo podemos saber dónde nos encontramos en este instante. 

La buena noticia es que no hace falta que sepas lo que puedes llegar a ser para entender que el potencial de tu alma es infinitamente mayor a cualquier cosa que te imagines. No necesitas saber en quién puedes convertirte antes de empezar a serlo. Solo hace falta tener claro una cosa: lo que viniste a hacer a este mundo es infinitamente más grande que donde estás ahora mismo.

2. Resiste el impulso de ser muy severo al juzgarte. Estás en medio de un proceso que dura toda la vida.

La idea de que tenemos el potencial de hacer mucho más de lo que estamos haciendo actualmente puede ser desalentadora si no tenemos cuidado. Puede recordarnos que estamos tan lejos de donde estamos destinados a estar que puede parecer imposible llegar allí. La verdad es que donde estamos ahora es tan solo la mitad del proceso. 

Una semilla conoce su potencial y nunca deja de crecer, aunque tarde años en convertirse en un árbol adulto. Tú también estás creciendo. Evita criticarte o juzgarte por no hacer lo suficiente. Acoge esta gran paradoja: por un lado, quien eres y donde estás ahora mismo es perfecto y, por otro, estás destinado a ser infinitamente más grande de lo que eres en este momento. No importa cuán lejos hayas llegado y cuán profundamente te hayas transformado, siempre hay otro lugar hacia el que crecer.

3. Enfócate en el presente. Evita vivir en el ayer o preocuparte por el mañana. 

Una de las cosas que más nos impiden convertirnos en los grandes árboles que estamos destinados a ser es que nos enfocamos demasiado en el ayer y en el mañana y no lo suficiente en el hoy. Nuestro dolor, enojo o tristeza del pasado o nuestros miedos y ansiedad por el futuro pueden impedirnos progresar positivamente el día de hoy. 

Observa tus emociones como indicadores. Naturalmente queremos sentirnos bien y experimentar cosas buenas, pero nuestros sentimientos negativos también tienen un propósito. Si te sientes triste o desmotivado, es que tu alma está intentando decirte algo. Obsérvala e intenta reconocer qué hay detrás de esa emoción. Practica vivir con la conciencia de que el ayer ya pasó y de que el mañana no está garantizado. El trabajo que tenemos que hacer hoy no se puede dejar para mañana. Estás aquí ahora. Vive el día de hoy con un enfoque singular. 

4. Emprende acciones positivas (aunque sean pequeñas) cada día.

Las grandes ideas son un porcentaje muy pequeño del éxito que pueden aportar: el éxito está en la ejecución de las mismas. Sin acción, una idea no es más que un pensamiento. A diferencia del roble, que sigue creciendo de forma natural, nosotros tenemos que impulsarnos y esforzarnos por crecer. Tenemos que pasar a la acción a fin de alcanzar nuestro potencial.

Una vez que has aceptado tu potencial ilimitado, el siguiente paso es comenzar a perseguirlo. Eso no significa hacerlo a la perfección todo el tiempo, sino más bien esforzarse constantemente. Hacer grandes cambios de golpe puede resultar abrumador. Intenta dividir las tareas en pequeños pasos que sean factibles y alcanzables. 

La acción es la clave para una mayor plenitud espiritual. Si anhelas más alegría y más bendiciones, ¡haz más! Haz más de lo que crees que eres capaz de hacer. No solo se trata del hacer, sino también de hacer cosas que crees que están fuera de tu alcance. Tanto espiritual como físicamente, es ese movimiento el que permite el flujo de Luz, bendiciones y alegría. 

La triste verdad es que la mayoría de la gente nunca piensa en la grandeza de su potencial o en lo que están destinados a manifestar. Ten presente que vienes de una gran semilla. El árbol que eres ahora mismo es tan solo un retoño del árbol potencial en el que te convertirás. Apodérate de tu potencial y comienza a dar pasos positivos para manifestarlo el día de hoy.


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