Es difícil entender nuestro propio potencial. A veces nos subestimamos y, por consiguiente, limitamos lo que podemos lograr. Otras veces creemos que nuestras habilidades son mejores de lo que son en realidad y terminamos cometiendo grandes errores. Tendemos a mirarnos a través de un lente distorsionado y tenemos una percepción tergiversada de lo que somos capaces de hacer.
La sabiduría de la Kabbalah nos enseña que nuestras almas tienen un potencial ilimitado y que la única forma de obtener felicidad duradera es viviendo nuestro potencial. Esta es la esencia de nuestro ser, y nuestro trabajo espiritual es manifestar nuestro potencial en el mundo. Tan solo necesitamos saber cómo conectarnos con ese potencial.
He aquí tres consejos para manifestar tu potencial ilimitado.
1. Vive con la audacia de soñar en grande. De niños, creemos que podemos lograr cualquier cosa que nos determinemos a hacer. Podríamos ser médicos, astronautas o presidentes de la nación cuando seamos grandes. Pero en algún momento, a medida que crecemos, comenzamos a imponernos limitaciones. Dejamos de creer que todo es posible y, por lo tanto, subestimamos enormemente nuestro propio potencial.
La realidad es que poseemos tanto potencial desaprovechado que estamos destinados a manifestar. Recuerda cada día cuánto potencial poderoso posees. Desafía a esa voz que te dice que te conformes con lo que tienes porque es más seguro o más fácil. Cuando te escuches decir “No es posible que logre eso”, pregúntate más bien: “¿Por qué no?”.
2. Impúlsate a emprender acciones. Saber que tenemos un potencial ilimitado en nuestro interior es extremadamente importante, pero no accederemos a ese potencial hasta que comencemos a emprender acciones. Cualquier cosa que sea importante ser o hacer implica acciones.
A menudo creemos que somos quienes somos y no podemos cambiar eso, pero, en realidad, nos convertimos en aquello que hacemos. Emprender acciones es una de las mejores maneras para comenzar a manifestar tu potencial. ¡Probablemente no salga perfecto al principio! Pero mientras te esfuerces constantemente cada día, estás dando pasos para transformar tu vida. El esfuerzo es lo que importa, no el resultado inmediato.
3. Sobrepasa las limitaciones que enfrentes. “Sobrepasar” suele tener una connotación negativa. A menudo nos dicen que no nos sobrepasemos, que nos mantengamos en nuestro marco y no desafiemos el statu quo. Pero a fin de alcanzar el potencial de nuestra alma, debemos sobrepasar los límites que nos han impuesto. Cosas que la gente nos ha dicho, cosas que nosotros mismos nos decimos y cosas que creemos sobre nosotros mismos fijan limitaciones en nuestro crecimiento. Pensamos: “Solo puedo llegar o hacer hasta aquí”. ¿Cuándo fue la última vez que sobrepasaste tus limitaciones? Desafía tus límites hasta que dejen de existir.
Muchos factores influyen en cómo nos consideramos: cosas que la gente dice de nosotros, los mensajes que nos llegan de la sociedad, las creencias que tenemos. Cuando nos concentramos en estas señales, es fácil tener un ego inflado o desinflado. Pero si nos concentramos en soñar en grande, esforzarnos y sobrepasar nuestras limitaciones, podemos hallar la capacidad de expandir nuestras fronteras y comenzar a manifestar nuestro gran potencial.