Imagina que estás en la búsqueda del juego de comedor perfecto. Vas de tienda en tienda verificando el precio correcto para completar tu hogar. Finalmente encuentras algo que complace todos tus requerimientos (puede expandirse para que se siente más gente, es estéticamente agradable y las sillas son suficientemente cómodas). Para completar todo, tiene rebaja de precio. Sin embargo, no te encanta. ¿Aceptas el hecho de que ese comedor es probablemente lo más cerca que estarás del comedor de tus sueños? ¿O lo mantienes en reserva hasta encontrar el mejor?
La vida frecuentemente nos presenta dilemas similares. Oramos por lo que deseamos. A veces nuestros deseos se cumplen y nos asombramos ante el milagro que el Creador trajo a nuestra vida. Aunque algunas veces pareciera que el Creador no dio en el blanco.
Lo que pocos de nosotros entienden es que, de vez en cuando, podemos continuar orando y esperar a que ocurra algo mejor. El Zóhar nos dice que el Shabat de Vaerá es un momento único en el que podemos decirle al Creador: “Gracias, pero no gracias”.
Podemos tomar la decisión de declinar la Luz que está siendo ofrecida. Michael Berg dice: “durante el Shabat de Vaerá, se nos da la oportunidad para decir ‘no’, incluso ante algo bueno, para poder pedir algo mejor”.
Tenemos la tendencia de aceptar lo que nos entregan en las manos porque no nos damos cuenta de que podemos decir no. Podemos implorar al Creador por más. Decidir que algo no es lo suficientemente bueno requiere de cierta cantidad de confianza. Puede parecer que uno está siendo malagradecido al pedir más, como si no apreciáramos todo lo que ya hemos recibido. O a veces sentimos que no merecemos más y aceptamos solo lo que recibimos. Lo anterior son meramente dudas en nuestras habilidades para alcanzar nuestros sueños. La clave para vencer la duda e invitar incluso bendiciones más grandes en nuestra vida es tener certeza. Si una persona no tiene certeza en que se merece grandes bendiciones, las grandes bendiciones no pueden manifestarse.
¿Cómo alcanzamos la certeza? “Lo hacemos al buscar la verdad que yace más allá de la mera apariencia de las cosas”, dice Michael Berg. La certeza es el conocimiento de que todo lo que ocurre en nuestra vida proviene directamente de la Luz del Creador y todo ocurre para nuestro beneficio, incluso las dificultades. Esto quiere decir que una bendición puede ser otorgada para empujarnos a crecer. Cuando recibimos menos de lo que esperamos podemos o aceptarlo tal y como es o verlo como una oportunidad para ensanchar nuestra conciencia y pedir más. Lo anterior requiere de que superemos las dudas y tengamos certeza en lo que deseamos, estemos enfocados y determinados.
La duda nos desconecta de la Luz del Creador. Los milagros no se materializan en nuestra vida porque no creemos que podemos obtener más. La duda conlleva a la incertidumbre y a la preocupación, lo que literalmente bloquea la Luz y evita que se manifiesten las bendiciones en nuestra vida. De acuerdo con Michael Berg: “Cada uno de nosotros tiene muchas más bendiciones que han sido preparadas y están listas para manifestarse en comparación con las bendiciones que de hecho recibimos”. Es nuestro trabajo pedir por ellas.
Esta es nuestra práctica espiritual. Para la mayoría de nosotros, esto no viene de manera natural, requiere de trabajo. Incluso si mantenemos nuestras expectativas elevadas durante todo el año, el Shabat Vaerá nos empuja a ir un paso más allá y pedir más.
Lentamente y con conciencia podemos comenzar a cultivar la certeza y, de igual modo, la habilidad para continuamente esperar más.
Nuestra expectativa abre la puerta para la Luz, para más bendiciones y más milagros.
¿Por qué conformarse con menos? Michael Berg explica: “Cuando observamos el mundo de grandes posibilidades vemos más allá de la superficie hasta la verdad más grande que yace detrás de los velos que la ocultan, nuestra duda se convierte en certeza y los milagros se vuelven posibles”.