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Esta semana, la distribución planetaria es bastante similar a la semana anterior, con algunos elementos clave que vale la pena resaltar.
El Sol en Tauro continúa enfocando nuestra atención en la estabilidad y la búsqueda de comodidad material. Júpiter amplifica estas cualidades al proporcionar oportunidades de crecimiento y expansión en áreas relacionadas con las finanzas, el trabajo y los recursos personales. Urano, por su parte, agrega un elemento de innovación y cambio repentino, desafiándonos a buscar nuevas formas de alcanzar nuestros objetivos mientras mantenemos una base sólida y estable.
Los planetas en Piscis continúan enfatizando la sensibilidad emocional, la espiritualidad y la conexión con lo profundo y misterioso. Marte en Piscis puede impulsar acciones motivadas por la compasión y la empatía, fomentando la resolución pacífica de conflictos y el trabajo en equipo basado en la cooperación. Neptuno resalta nuestra intuición, imaginación y creatividad, invitándonos a explorar aspectos más sutiles de la vida y a conectarnos con nuestro yo interior. Saturno en Piscis puede representar un período de reflexión, aprendizaje espiritual y establecimiento de límites emocionales saludables.
Además de la distribución planetaria previamente mencionada, contamos con la influencia de Venus y Mercurio en Aries. Esto añade dinamismo y una energía más activa al panorama astrológico. Por una parte, Venus en Aries se vuelve más apasionado, impulsivo y directo en expresar sus deseos y necesidades en el amor y en las relaciones interpersonales. Esto puede llevar a una búsqueda de nuevas experiencias emocionales y un enfoque en la independencia y la individualidad en las relaciones. Por el otro lado, Mercurio en Aries tiende a ser rápido, directo y enérgico en la expresión de ideas y opiniones.
El hecho de que Mercurio entre en su energía directa el día 25 indica un período propicio para la reflexión en temas comunicativos, mentales y de planificación. Los proyectos que se habían visto afectados durante el período retrógrado ahora pueden avanzar con mayor fluidez y eficiencia. Se reduce la posibilidad de malentendidos en las conversaciones, lo que favorece las negociaciones y acuerdos importantes. Los viajes se realizan de manera más fluida y sin problemas logísticos. El retorno directo de Mercurio en Aries marca un período de mayor fluidez y progreso.
“Esta semana también marca la entrada de la luna llena de Aries”.
Esta semana, la carencia de planetas en aire –con solo Plutón en este elemento– sugiere que podría haber una falta de influencia en temas de comunicación, pensamiento racional y socialización. Esto puede llevar a una mayor concentración en aspectos emocionales, espirituales y prácticos de la vida.
Esta semana también marca la entrada de la luna llena de Aries, representando una oposición entre la energía egoísta de Aries y la disposición comprometida con el otro de Libra. Desde la perspectiva kabbalística, el ciclo de Aries, o Nisán, continúa, y la luna llena se da el día 22 cuando la Luna todavía está en Libra. Libra, siendo un signo de equilibrio y armonía, nos recuerda la importancia de considerar las necesidades de los demás y buscar relaciones justas y equitativas. Esto nos brinda la oportunidad de conectarnos con la ventana cósmica de Pésaj, que nos invita a liberarnos del ego a nivel más profundo.
“Esto nos brinda la oportunidad de conectarnos con la ventana cósmica de Pésaj”.
Sin embargo, este año la oposición exacta entre estos dos cuerpos es el día siguiente, 23 de abril, y se da fuera de signo debido a que el Sol ya se encontrará en Tauro y la Luna estará en Escorpio. Tauro nos habla de estabilidad, perseverancia y disfrute de los placeres terrenales, mientras que Escorpio nos sumerge en las profundidades emocionales y nos impulsa hacia la transformación y la liberación de patrones restrictivos.
En resumen, esta fase lunar y la configuración astral actual nos instan a encontrar un equilibrio entre nuestros deseos individuales (representados por Aries y Tauro) y las necesidades y relaciones interpersonales (representadas por Libra y Escorpio). Es un momento propicio para la reflexión, la transformación emocional y el establecimiento de relaciones más equilibradas y significativas en nuestras vidas.
Además, durante estos días se celebran importantes eventos del calendario kabbalistíca:
También es relevante destacar otros eventos como la totalidad de la fase de luna llena que dura una semana el 24 de abril al 1 de mayo, el primer día del Ómer el 24 de abril, la hilulá de Rav Brandwein (maestro del Rav Berg) el 26 de abril y el Séptimo Día de Pésaj el 28 de abril en la noche, cerrando la conexión de Pésaj. Estos eventos añaden capas adicionales de significado espiritual a este periodo.