Esta semana, el cielo se prepara para la conjunción mensual entre la Luna y el Sol, un momento conocido kabbalísticamente como Rosh Jódesh o “cabeza del mes”. Rav Berg nos enseña que este es el mejor momento para sembrar las semillas del mes entrante. Durante las lunas nuevas, se siembran las semillas de lo que está por venir. Además, estos días contienen toda la energía potencial que puede manifestarse durante el ciclo. Podemos controlar cualquier aspecto desafiante del mes y conectarnos con las bendiciones que están disponibles.
En esta oportunidad, dicha conjunción ocurre bajo la energía del mes de Virgo, que curiosamente dura dos días: el primero, desde la noche del 26 hasta el atardecer del 27, y el segundo, desde el atardecer del 27 hasta el atardecer del 28.
Este es un mes muy importante dado que es el preludio de Tishrei, el mes de Libra. A través de un proceso de 22 días, este mes nos dará la oportunidad de redimirnos y limpiar nuestras acciones pasadas mientras nos preparamos para nuestro próximo ciclo anual. Para realizar el trabajo del mes de Tishrei, podemos usar la herramienta de la teshuvá. Se trata de una meditación que nos ayuda a ver nuestros errores, nos da el espacio para sentir el dolor que estos nos provocaron y nos da la oportunidad de arrepentirnos. Al hacerlo, podemos aprender e interiorizar la lección a fin de no volver a cometer este tipo de transgresión. Cuantos más errores y negatividad reconozcamos, más a fondo podremos hacer el proceso de teshuvá y purificarnos para tener un año mejor.
Lo que el mes de Virgo nos da es esa capacidad de ser detallistas, críticos, analíticos y sensatos. Es exactamente la energía que necesitamos para explorarnos a nosotros mismos y evaluar todo lo que hemos hecho. Virgo nos permite trabajar precisamente en nosotros mismos y corregir esos aspectos negativos antes del mes de Libra, cuando todos seremos juzgados por nuestras acciones. Por eso Elul es tan importante, porque nos permite crear una defensa durante la festividad de Rosh Hashaná.
Elul también es llamado el “mes del arrepentimiento”. Según la astrología kabbalística, es el sexto signo del Zodíaco y el último de los meses masculinos. Es decir, es el último mes en el que todo está en un estado de potencial o en el nivel de la semilla. Esto nos da la capacidad de influir en los siguientes seis meses femeninos (de Libra a Piscis).
En la mitología griega, Virgo está representado por la virgen: una mujer joven e inocente, símbolo de lo inmaculado y puro, de la inocencia y la limpieza. En este mes, si hacemos un buen trabajo, podemos volver a ese estado de pureza en nuestras almas y podemos limpiarnos de nuestras transgresiones al volver al metafórico estado embrionario. Virgo es uno de los signos de tierra, junto con Tauro y Capricornio. Su visión del mundo es práctica. Ellos vienen a aprender que el mundo revelado por los cinco sentidos es limitado, ya que solo representa una pequeña parte de la realidad (la física). Ellos ven el grano de arena en lugar de toda la playa. En este mundo impositivo, buscan la perfección, una misión que les hará sentirse frustrados ya que el mundo físico es imperfecto. Ellos aplican esta exigencia y esta crítica a los demás, pero sobre todo a sí mismos. Sus ojos críticos están para verse a sí mismos y a superarse, pero deben inyectar amor y misericordia en el proceso.
Virgo es uno de los signos más diligentes, responsables y serviciales del Zodíaco. Pero sus mayores retos son la empatía, la misericordia y tener un corazón abierto. De hecho, el opuesto complementario de Virgo es Piscis, el signo más empático del zodíaco. Esa es la gran lección que Virgo debe interiorizar: ser capaz de ver lo que está mal, aceptar la negatividad sin juzgarla y transformarla con amor. La clave es hacer el trabajo que se nos exige este mes.
La porción del Zóhar de esta semana es Shoftim, que está conectada con la energía de Virgo. Literalmente, shoftim se traduce como “jueces”, y ahora más que nunca tenemos que tener mucho cuidado de no juzgar demasiado fuerte o demasiado rápido. Cuando juzgamos a alguien, tenemos que tener mucho cuidado de hacerlo con amor y empatía.
Esta semana tenemos varios planetas en signos de tierra, que nos ayudan a ser prácticos, lógicos, realistas, diligentes y responsables, pero poco emocionales y sensibles. De hecho, esta semana nos falta el elemento agua (que nos conecta con nuestro lado emocionalmente sensible) y el elemento fuego (que nos ayuda a ser más apasionados, entusiastas, divertidos y enérgicos). Depende de nosotros crear un equilibrio, porque definitivamente necesitamos inyectar más emoción y pasión durante este proceso en el mes de Elul.
Al mirar el cielo, podemos ver algunos elementos durante este período que están creando mucha tensión. Por un lado, tenemos a Saturno (el planeta de la limitación) tocando a la diosa Venus, lo que nos da la sensación de estar limitados en el amor. Podemos sentir que no somos amados por los demás. Además, podemos sentir una gran tensión, una energía que nos impulsa a cambiar a la vez que nos sentimos paralizados y no sabemos cómo hacerlo. Es una semana en la que necesitamos mucha tolerancia, paciencia y adaptación, así como misericordia. Mantén un perfil bajo, trabaja más en silencio y más internamente en ti mismo.
La energía día a día: