El 4 de diciembre, según el calendario kabbalístico, experimentaremos un importante evento astrológico: la Luna Nueva de Capricornio combinada con un eclipse solar total en Sagitario. Si has estado prestando atención a los eclipses, ya conoces cuán poderosos son. El eclipse solar en Sagitario aporta una energía que tiene el poder de limpiar el karma o la idea de que “todo vuelve”. Este es el último eclipse de esta temporada en los nodos lunares del eje Géminis-Sagitario, que es el eje del conocimiento y cómo interpretamos el mundo.
Entonces, ¿qué podemos esperar del eclipse solar en Sagitario? Bien, Sagitario es el signo de la filosofía de vida, la verdad superior, la religión, los viajes de larga distancia y la educación superior. Muchos de nosotros no aceptaremos que nos digan cómo pensar y en qué creer. Podrían ocurrir cambios en la manera en que nos comunican la información, podrían surgir verdades y salir a la luz cosas que han estado ocultas. Toma nota cuando se cuestionen creencias irrefutables o estándares morales; puede que cambien leyes importantes.
Esta Luna Nueva en Capricornio es cualquier cosa menos cómoda. Por el contrario, es seria y exige nuestra máxima atención. Los resultados de nuestro trabajo no consisten tanto en nuestro esfuerzo físico sino más en nuestro esfuerzo espiritual. Es importante creer genuinamente que las bendiciones no vienen a nosotros como resultado de nuestras acciones físicas. Más bien provienen del universo, y nuestros esfuerzos espirituales para conectarnos con el Creador atraen bendiciones a nosotros.
Esta semana se desarrolla la porción de Vayigash, una historia sobre familiares que se “acercan” después de una larga separación. Habían estado separados en tiempo y espacio, y también emocional y espiritualmente. Yehuda se acercó a Yosef. En esta historia, la idea de “acercarse” significa acercarse a la Luz del Creador. Hay ciertas cosas que podemos hacer para acercarnos a la Luz, mientras que otras hacen que nos distanciemos. Por ejemplo, compartir nos acerca, mientras que la duda y el enojo nos aleja. La energía de esta semana nos da el poder de acercarnos a la Luz del Creador. Cuando nuestro ego (el Sol) y nuestra mente (Mercurio) se acercan y son uno, como ocurre en la porción de esta semana, es una señal de sabiduría. Es momento de dejar fluir las cosas, no de “dejarlas ir”. Es decir, las cosas serán como deben ser; lo que debe ocurrir, ocurrirá.