La astrología de febrero, y en particular esta semana, viene con una energía completamente diferente, ya que los planetas están armonizando en lugar de chocar y retroceder en el cielo. ¡Venus está ahora en movimiento directo y Mercurio también lo está! ¡Del 4 de febrero al 29 de abril, no habrá planetas retrógrados en el cielo! Esto es inusual y, afortunadamente, coincide con un período de tiempo en el que Júpiter está muy bien plantado en su signo de regencia tradicional, Piscis.
Otra victoria de esta semana en la astrología lo trae Marte. El planeta ha entrado recientemente en Capricornio, su signo de exaltación, y todo esto combinado hace que haya increíbles oportunidades de manifestación y, más importante aún, de nuestro crecimiento espiritual.
La porción de esta semana, relacionada con el Tabernáculo, nos da la oportunidad de eliminar el caos, el dolor y el sufrimiento. En este momento, podemos aprovechar esa conciencia pura del 99 % y la capacidad de controlar las cosas que nos rodean. También es una lectura durante la cual se elimina la conciencia negativa. Bajo la energía de esta semana, podemos desprendernos de la emotividad y ver realmente por qué el universo nos propició toda esta introspección profunda, lo cual hace que sea el momento perfecto para soltar el pasado. Podemos pasar de “víctima” a “vencedor” con Urano, el planeta del cambio radical, que ahora está en movimiento directo y aporta un elemento de sorpresa y novedad.
La forma en que respondemos es verdaderamente importante, ya que el Sol hará su conjunción anual con Saturno, sellando el acuerdo sobre nuestras acciones. Esto nos da la oportunidad de procesar las lecciones cósmicas que hemos aprendido y de poner en orden nuestras comunicaciones. Mercurio está ahora en lo que los astrólogos creen que es su verdadero signo de exaltación: Acuario. En este signo de aire intelectual, Mercurio puede centrarse bien en lo que mejor sabe hacer: mirar hacia el futuro. A partir de este día, las cosas comenzarán a moverse rápidamente, ya que Mercurio facilita el movimiento ágil.
Todo lo que se espera de nosotros es que hagamos lo que podamos, que hagamos nuestra parte, y el Creador hará el resto.
Nada de lo que nos presenta está fuera de nuestras capacidades. No se espera de nosotros nada que no podamos hacer.