La Luna ahora alcanza su punto máximo: su fase de luna llena, que está en el signo de Tauro. Esta luna refleja la totalidad de la luz del Sol en el signo de Escorpio, creando un aspecto que en la astrología es llamado “oposición” (un punto de tensión). Vamos a sentir esta tensión durante este tiempo, ya que la Luna y el Sol están cara a cara en extremos opuestos de un eje.
La Luna —que representa las emociones, los sentimientos y nuestra reactividad— en Tauro busca estabilidad, equilibrio y seguridad material. Y el Sol en Escorpio se maneja bien en crisis, intensidad e inestabilidad. Estas energías pueden actuar una en contra de la otra o podemos esforzarnos en complementarlas entre sí al encontrar equilibrio y armonía entre ambas, dado que Escorpio y Tauro están en los extremos de la misma línea y, simultáneamente, se complementan entre sí.
Lo que está claro es que estos dos signos deben trabajar su control y posesividad, Escorpio en el mundo emocional y Tauro en el mundo material. Ese es el gran trabajo de estos días, ya sea en lo espiritual o lo material: suelta el control y confía en la Luz del Creador.
Las lunas llenas nos dan claridad y objetividad. Es un tiempo en el que podemos lograr nuestras metas, ser exitosos y sentirnos plenos, y también conectarnos con el concepto de totalidad, ya que esta luna está en posición de recibir y ser llenada por el Sol; esto nos da brillo y esplendor. Esta es la razón por la que somos muy estimados y la socialización y el contacto con el público se fortalecen durante esta fase.
En esta luna, consolidamos y alcanzamos el potencial de lo que sembramos en la luna nueva. Las cosas alcanzan su culminación; no se recomiendan nuevos inicios y, a partir de ahora, la Luna comienza a menguar en su cuarto final.
Mercurio retrógrado entra en movimiento directo el 3 de noviembre. Aprovecha estos últimos días de Mercurio en esta posición para repetir algo en lo que no tuviste éxito en el pasado. Toma de nuevo una clase, revisa un concepto que no entendiste, intenta tomar un examen que no aprobaste o reorganiza algo; cualquier acción que hagas por segunda, tercera o cuarta vez se verá beneficiada.
La energía de Mercurio en movimiento directo en Libra facilita la comunicación y nos permite ser más políticos, diplomáticos, armoniosos, halagadores y sutiles. Pero debemos tener cuidado de no caer en la complacencia y la hipocresía. Mercurio en Libra se siente fortalecido y nos da muchas herramientas para abrirnos, escuchar y que nos escuchen. Si tienes algún tipo de conflicto en una relación, puedes aprovechar esta influencia para resolver el asunto, llegar a un acuerdo con la otra persona y armonizar la relación.
Venus está en su domicilio, el signo de Libra. Este signo fortalece la energía del amor y el afecto, y trae equilibrio a la energía planetaria de esta semana en la que el Sol está en Escorpio y Marte en Aries. Estas energías pueden hacer que seamos intolerantes, desconsiderados, individualistas, impositivos, agresivos, intensos y extremistas. Venus en Libra nos permite crear equilibrio, armonía, conciliación y amor, y nos permite ser más considerados al igual que lo fue Avraham en la porción de Vayerá, en la que se nos enseña sobre la grandeza de la hospitalidad y tener un corazón abierto para servir. Avraham se hace a un lado y sale de su marco personal, aunque en esos momentos estaba atravesando mucho dolor físico, y está completamente atento a compartir y dar amor, benevolencia y misericordia a sus invitados.
Que el Creador nos dé la fortaleza para ser como Avraham esta semana y usar la energía de la consideración por los demás que Venus nos da.