¡Hola a todos! Espero que todos estén aprovechando esta osada zona de Sagitario, ¡ya que muchas oportunidades se nos presentan en este mes! Me emociona decirles que esta semana es un buen trampolín en nuestro trabajo espiritual. Veamos qué está pasando en el cosmos esta semana.
Primero que nada, en la carta encontramos cinco planetas en aire, ¡gracias a Dios! Muchos de ellos están en el libre Acuario, incluyendo a la Luna. Ya sentimos mejor la brisa, después del caluroso sauna que fue Escorpio.
Hay otros tres aspectos importantes en esta semana:
En primer lugar, tenemos una perfecta Estrella de David en la carta, dos grandes trígonos perfectamente alineados. En segundo lugar, la energía de fuego nos está elevando y, en tercer lugar, ¡el elemento tierra no está presente! El dominio de la carta son los planetas mutables y fijos, ¡hay siete! Esa es la manera en la que el universo nos muestra que necesitamos avanzar felizmente hacia algo aún desconocido. La Luna, el Medio Cielo y el Nodo Sur están en Acuario y nos beneficiamos de la hermosa protección y equilibrio de la Estrella de David. Y, por supuesto, sin tierra que nos detenga. Además, el ascendente de la carta está en el ligero Géminis. El mensaje es claro: esta semana no es el momento para la complacencia. ¡Ábrete a correr más riesgos!
¿Cuál es la desventaja? Mercurio y Saturno están en conjunción. Como sabemos, Saturno tiene una lamentable tendencia a darle a Mercurio, el comunicador, una lengua muy mordaz. Marte también está en Libra, el buscador de paz, y nosotros estamos en el insensible Sagitario. Sin lugar a duda, el tema que necesita atención en este momento es la confrontación.
A decir verdad, la confrontación proactiva es muy difícil de dominar. Se requiere mucha práctica y comprensión. Algunos enfrentamos directamente las situaciones y a las personas. Otros son como ballenas, desaparecen de la superficie, pero podemos escuchar su ruido. Otros eligen ser pasivo-agresivos, ¡esperan que las cosas desaparezcan por sí solas! Y por supuesto… algunos caemos inmediatamente en modalidad de víctima y decimos: “¿Por qué? ¿A qué se debe? ¿Qué hice para merecer esto?”.
Conclusión: al 95 % de nosotros nos atormenta la confrontación verbal, ¡de un modo u otro! No importa a qué grupo pertenezcamos, hay maneras de mejorar. A continuación, unos consejos interesantes, directamente del cerebro de los kabbalistas, para ayudarnos a mejorar en esta semana, ¡y para siempre!
Primero, debemos revisar en nuestra mente todas las “películas” posibles, algo que no es tan fácil como suena. La Kabbalah enseña que hay muchos universos paralelos. Nuestro trabajo es considerar los distintos planes de ataque. A menudo, elegimos la película que conocemos, aunque sea una de vampiros. ¿Por qué? Porque ya hemos lidiado con esa situación, ¡por eso aún se siente segura! Desafortunadamente, la desventaja de elegir la misma película es que vamos directamente a un ciclo eterno, copiamos y pegamos el trayecto.
Claramente, en un primer momento, ¡elegir otra película te causará mucho estrés, palmas sudorosas, olas internas de calor o frío y, seguramente, profunda incomodidad! No obstante, tal y como los kabbalistas nos han enseñado, salir de nuestra zona de confort es el cambio que debemos hacer para obtener verdadero crecimiento espiritual. Todos sabemos que no lograr enfrentar las cosas de manera correcta NI en el momento correcto sólo resultará llevándonos al caos.
Esta semana es una oportunidad increíble para transformar completamente nuestras habilidades de confrontación. El cosmos apoya todos nuestros esfuerzos hacia nuestra apertura y avance.
El poder de los kabbalistas es levedad, sencillez y fluidez. Un Kabbalista llamado R. Israel de Ruzhyn dijo una vez: “Cada vez que exhalamos e inhalamos, nuestra alma es renovada”.
Este es un pensamiento hermoso para este período de tiempo. Cada segundo, renovamos nuestra alma y nuestra película puede cambiar para mejor mientras seamos lo suficientemente valientes como para avanzar.
Si quieren más ayuda en esta semana, mediten en la secuencia de los 72 Nombres de Dios: Decir las palabras correctas.
¡Que tengan una maravillosa semana!
Con amor,
Yael