La Luna, en el paso por sus diferentes fases, es la responsable de definir la energía disponible para nosotros cada semana. En el ciclo actual, aún estamos en cuarto creciente, la segunda fase que inició el 20 de enero y terminará el 28. Durante este lapso, el ambiente energético se podría describir con las siguientes palabras clave: empuje, valentía, fuerza de voluntad y deseo.
Este es el mejor momento para tomar decisiones. Aprovecha esta energía sabiamente, ya que a partir del 28 inicia la semana de luna llena, y dura hasta el 4 de febrero. En esta fase de plenilunio, el Sol y la Luna están enfrentados, y crean lo que se conoce en la astrología como oposición. Es decir, el Sol lanza toda su luz y la Luna la refleja. Es por eso que vemos al satélite en su mayor brillo y esplendor, y es eso exactamente lo que esta semana nos regala: brillo y esplendor, que nos permiten ser vistos y admirados por otros.
Esta es una luna social, que favorece las reuniones, estar entre amigos, y además favorece todo lo relacionado con la publicidad y las comunicaciones. El 28 de enero, con el Sol en Acuario y la Luna en Leo, tenemos el regalo de una ventana cósmica llamada Tu Bishvat, que es el cumpleaños de los árboles según los kabbalistas. Un nuevo ciclo se abre en este día, pues podemos conectarnos con las maravillas del reino vegetal, como la habilidad de crecer a pesar de la fuerza de gravedad, que en realidad representa nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo. La oposición de las dos grandes luminarias nos sugiere equilibrio, la búsqueda de un punto medio ente dos extremos: el Sol en Acuario busca la revolución e igualdad, mientras que la Luna en Leo representa la monarquía reinando sobre su trono. Depende totalmente de nosotros encontrar ese punto medio y equilibrio en estos días.
La porción de Beshalaj nos conecta con la conciencia de la certeza absoluta y de la mente sobre la materia; entender que todas las respuestas y posibles soluciones a nuestros problemas ya están dentro de nosotros, solo tenemos que buscarlas. Esa es la lección que nos muestra esta historia cuando Moshé, que tenía al mar en frente y al ejército egipcio detrás, le grita al Creador por ayuda. El Creador responde: “¿Por qué me gritas a Mí?”, implicando que él ya tenía todo en sí mismo para salir de la situación en la que se encontraba.
En esta semana, con Saturno, Júpiter y el Sol en Acuario, la atmósfera planetaria nos enseña a ser independientes, a deshacernos de nuestras limitaciones y a buscar respuestas más allá de nuestros problemas. Tenemos el poder de descifrar lo que está ante nosotros, tal y como lo hizo Moshé en ese momento, utilizando el conocimiento interior.
Acuario es un signo que es definido por la frase “yo sé”, que es certeza absoluta. Es un generador de cambio a través del conocimiento, abre las fronteras limitativas que la mente pudiera tener, lo cual nos lleva precisamente a “romper” con la materia. A diferencia del resto, este signo de aire nos invita a ser un espíritu libre, nos da una perspectiva mucho más amplia y distinta del mundo. Por una parte, tiene la influencia de Saturno, que es su planeta regente y que también rige a Capricornio. La posición de dicho astro dentro de su sistema planetario nos da información muy valiosa: su lado capricorniano está dirigido hacia a la Tierra, lo cual representa rigidez y limitación. Y la otra mitad, es decir su lado acuariano, está dirigida hacia el cosmos, hacia una visión ilimitada. Por otra parte, Acuario tiene el influjo de un segundo planeta: Urano, que representa el cielo, la visión desde lo alto. Es innovador, único y diferente; un ojo que ve lo que nadie más ve, que nunca se conforma y siempre busca más autonomía e independencia. Urano también rige la aeronáutica, la astrología, la astronomía, la tecnología, la electricidad y nos conecta con la frecuencia de los milagros: todo esto está disponible para nosotros durante el tiempo que el Sol esté en este signo.
La Luna entrará en Leo el jueves, 28 de enero, y formará una alineación conocida como Cuadratura en T, un aspecto de tensión entre el Sol, Júpiter y Saturno en Acuario, mientras Marte y Urano están en Tauro. Lo más importante de esta combinación es que todos los signos involucrados son fijos; es decir, que ninguno cede, por lo cual se va a sentir mucha rigidez y resistencia en el cosmos, creada por falta de flexibilidad. Lo más recomendable en estos días es ser condescendientes, fluir y permitir. No seas terco ni trates de controlar; suelta y sal de tu marco personal, acepta otras formas de hacer las cosas.
Para el día 30, Mercurio, que se encuentra también en el signo de Acuario, entrará en movimiento retrógrado. Energéticamente, esto significa fallas en la comunicación y el transporte. Durante este tiempo, los teléfonos, las computadoras, las redes sociales, los autos, las rutas y cualquier elemento relacionado con el intercambio de ideas y movilidad se pueden ven afectados. Esto podría causar frustración, impaciencia e intolerancia; el mejor remedio para este período es prevenir, anticiparnos y no permitirnos ser perturbados. El regalo de esta energía radica en la oportunidad volver a hacer las cosas y esta vez salir victoriosos. Cualquier cosa que tratemos de hacer por segunda vez será beneficiada y triunfaremos, como releer, reestudiar, retomar un proyecto, recursar un examen, etcétera.
¿Cómo estarán las emociones a lo largo de la semana? Durante los primeros días los signos de aire tendrán mucho peso, lo cual beneficiará la destreza mental, la comunicación y la sociabilidad. A mediados de semana, el sentimentalismo y las emociones cobrarán peso. Se recomiendan las actividades caseras, familiares y con referencia al hogar. Para el jueves, sentiremos una necesidad de brillar, ser vistos y llamar la atención; el drama, el juego y la pasión deberán equilibrarse con inteligencia. Para el fin de semana, se recomiendan acciones referentes a la organización, la limpieza y el orden. Hay que tener cuidado con ser demasiado prejuiciosos y críticos.
Esta semana tenemos dos grandes oportunidades: la porción de Beshalaj y la festividad de Tu Bishvat. A pesar de que astrológicamente podamos sentir tensión, también podemos aprovechar esta resistencia para motivarnos, esforzarnos e impulsarnos. La recompensa de lo que podemos obtener en estos días es grandiosa. Tal y como dice nuestro maestro, Rav Berg, siempre podemos estar por encima de la influencia astral.