Estamos entrando en la última semana del mes kabbalístico de Cáncer. La Luna Nueva de Leo será el domingo 4 de agosto, aunque el Sol ya está en Leo.
Mercurio ha iniciado su viaje en Virgo, su lugar de exaltación. Y el mismo día que Mercurio entra en Virgo, la Luna entra en Tauro, su lugar de exaltación, lo que nos da una gran energía de practicidad. En esta ocasión, tenemos una luminaria y un planeta importante, ambos en su mejor ubicación y en buen aspecto el uno con el otro.
Mercurio es el mensajero e influye en la manera en que nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos. La Luna almacena información y crea recuerdos. Cuando los dos trabajan juntos, tenemos una gran oportunidad de elevar nuestra práctica espiritual. Nuestra inteligencia emocional se deriva de las formas en que nos comunicamos y reconocemos a los demás.
Algo con lo que debemos tener cuidado es que Virgo tiende a perder de vista el panorama completo y puede quedarse estancado en los detalles. Virgo también tiene ojo para las crisis y prospera a través del caos, aunque esto no es necesariamente algo bueno. Para Virgo, nada parece lo suficientemente perfecto porque la verdad es que no hay nada completamente perfecto en el mundo. Recuerda que cada una de nuestras vidas tiene un plan y un lugar únicos para que nuestras almas florezcan. Lo que sea que tengamos es perfecto porque fomenta el crecimiento.
Pero eso no significa que tengamos que quedarnos atrapados en una situación abusiva o un entorno negativo. La lección puede estar en el proceso de introspección. Nuestra realidad física está destinada a ayudarnos a transformar nuestras almas para mejor y a conectarnos con la Luz del Creador, la fuente de todas las bendiciones.
Mercurio rige a Géminis y Virgo. En Virgo, el planeta es más serio, perspicaz y responsable, pero puede sentirse atraído por los chismes y ver lo negativo en los demás. La porción de esta semana nos enseña sobre el poder de las palabras. En primer lugar, cuando decidimos hacer algo o decir algo, recibimos energía de apoyo del universo para completarlo. Nuestro viaje aquí no es desperdiciar la energía que el universo nos ofrece. Por lo tanto, si decidimos hacer o decir algo, debemos estar seguros de que importe.
Venus en Leo en cuadratura con Urano en Tauro. Dos cosas con las que hay que tener cuidado: primero, no tomar decisiones irracionales y apresuradas sobre las relaciones (por ejemplo, terminar o comprometerse). Si hay una situación que debe resolverse, respira profundamente unas cuantas veces, relaja el sistema nervioso y luego considera cuál es la solución correcta, independientemente de lo que provenga de afuera. En ocasiones, es bueno esperar unos días o incluso semanas antes de tomar una decisión. En segundo lugar, a Venus en Leo le encanta gastar dinero y disfruta de “la buena vida”, pero a veces, cuando nos excedemos en la “buena vida”, sufrimos las consecuencias después. Sé cuidadoso en tus consumos y asegúrate de que realmente esté informado por la Luz.
El martes, la Luna en Géminis en conjunción con Marte puede traer cierta frustración emocional. Esto se presenta para enseñarnos a comunicarnos con paciencia en lugar de reactividad. A veces tenemos la urgencia de expresarnos sin escuchar a la otra parte ni considerar nuevos entendimientos. Asegúrate de estar presente durante este tiempo y de ver la realidad. Haz algunos ejercicios de respiración y deja que la intuición llegue a ti.
Esta semana, los kabbalistas nos dan una herramienta increíble para entender el viaje de nuestra alma: la meditación de las 42 letras. Esas 42 letras nos representan a nosotros y a nuestro viaje, o en términos kabbalísticos, a nuestro tikún. Cada uno de nosotros, según los kabbalistas, está en una etapa diferente de nuestro tikún, una letra diferente de esta asombrosa meditación. La recomendación es hacerla dos veces al día. Podemos usar esta meditación junto con lo que los planetas nos están enseñando para ver dónde estamos en el viaje de nuestras vidas.