Dice en el Zóhar que quien persigue algo que no le pertenece no solo lo pierde, sino que acaba perdiendo también lo que le pertenece.
Una cuadratura entre Venus en Leo y Júpiter en Tauro abre la semana, y tenemos la oportunidad de observar nuestro deseo. La cuadratura Leo-Tauro es propicia para las vacaciones fastuosas, los anillos de diamantes y todo tipo de placeres físicos, incluyendo la comida. Una cuadratura es un aspecto que llama a la acción. Aquí podemos canalizar la energía en desarrollar cosas, cuidar a los demás y observar nuestros deseos: ser nosotros los dueños del deseo, no ser controlados por él.
Júpiter en Tauro ofrece bendiciones al signo en el que se encuentra, pero está expandiendo las cosas. Ten cuidado de no gastar de más, y asegúrate de que tengas el dinero antes de usarlo. No dejes que la avaricia te guíe esta semana. Haz un esfuerzo por escuchar a tu alma.
Venus y Marte en Leo pueden ayudarnos a abrir el corazón y compartir amor incondicional con quienes nos rodean. La parte difícil es que, hacia el final de la semana, veremos una conjunción que puede crear caos en el hogar.
Marte en Leo es muy orgulloso y despierta una necesidad de reconocimiento. Ofrece palabras de respeto a los demás y concéntrate en su Luz, en su alma. A veces lo más fácil es juzgar a otras personas y ver la negatividad, pero podemos trascender esta tendencia y abrir el corazón. Venus en Leo es dramático y quiere crear drama de “telenovela”. Cuando se trata de la vida, las telenovelas no suelen terminar bien. Si te apetece encender el drama, ve una película romántica o emotiva que te permita desahogarte de una forma menos destructiva. ¡O sal a bailar con tu pareja y diviértete!
Usa la secuencia de los 72 Nombres de Dios para el amor incondicional (Hei Hei Ayin) a fin de generar cariño y unidad para las personas que te rodean, en especial tus seres queridos.
En la carta natal de la semana, la Luna está en Piscis y en cuadratura con el Sol. Asegúrate de crear el equilibrio y los límites adecuados en tu vida. Un conflicto entre lo que sientes y lo que piensas puede mostrarte dónde necesitas crear ese equilibrio. Recuerda que necesitamos los sentimientos y los pensamientos, pero no somos nuestros sentimientos ni somos nuestros pensamientos. Podemos elegir la frecuencia en la que queremos vivir. No siempre es fácil, pero es gratificante.
No podemos vivir sin nuestros deseos porque eso es lo que nos mantiene en movimiento, pero recuerda que no todos nuestros deseos traerán Luz a nuestra vida, y no todos nuestros deseos están destinados a cumplirse.