Esta semana marca el comienzo del mes kabbalístico de Cáncer. La Luna Nueva ocurre con un aspecto muy interesante: tanto el Sol como La luna se encuentran en la constelación de Cáncer. Esto ocurre en la región celeste llamada Luna Negra.
La Luna Negra es conocida como un punto matemático en el cielo que muestra las klipot (palabra hebrea que significa “cáscaras”). Al igual que la cáscara de una fruta, las klipot ocultan la Luz. La Luna Negra en Cáncer está relacionada con los rasgos negativos cancerianos de la desesperanza. Como sabemos, la Luna (el regente de Cáncer) no emite Luz propia. A pesar de su lado positivo, que es la humildad, también puede traer la ilusión de la dependencia emocional de otras personas.
La buena noticia es que la presencia de la energía de Rosh Jódesh (la Luna Nueva), junto con la poderosa unificación del Sol y la Luna en esa región de la Luna Negra, puede eliminar las cáscaras de este aspecto.
La porción de esta semana se llama Jukat. Hay un aspecto interesante de la historia en este capítulo que dice que cuando una persona entra en contacto con la energía de la muerte (al tocar un cadáver), se contamina. Pero esto es un código parcialmente oculto. Los kabbalistas dicen que la energía de la muerte se refiere a la sensación de que no hay absolutamente nada que se pueda hacer. Cuando nos miramos a nosotros mismos o a las situaciones de nuestra vida con los ojos de la completa desesperanza, nos conectamos con la “muerte”.
Cuando miramos cualquier cosa con la Luz del Creador, nos conectamos con la vida, ¡que es precisamente lo que queremos lograr esta semana! Este es un momento para conectarnos con una energía de sanación muy profunda para nuestra autoestima. ¡Podemos conectarnos a la energía de la vida!