La porción de esta semana habla acerca de la unión y cómo Moshé congregó a los israelitas en el desierto. Según Michael Berg, los kabbalistas nos enseñan que durante los 49 días entre la salida de Egipto y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, los israelitas hicieron un esfuerzo enorme para fortalecer su deseo de compartir, despertar su amor y unirse entre ellos. Este entendimiento reúne la energía de esta semana en la que concluimos el último mes del año astrológico (Piscis) y comenzamos el primer mes (Aries).
Al principio de esta semana, el Sol estará en conjunción con Neptuno en Piscis. Los tránsitos de Neptuno se pueden sentir muy confusos o muy inspiradores. El Sol representa nuestra identidad. Neptuno representa nuestro deseo de disolver esa identidad y conectarnos con reinos superiores. El Sol en conjunción con Neptuno es una oportunidad de dejar atrás la antigua definición de quién eres y encontrarte con el ser infinito y eterno que realmente eres.
Solo se puede desarrollar un nuevo comienzo cuando hacemos las paces con el pasado. Esto es lo que nos ofrece la Luna Nueva de Aries, el signo de la identidad. Para crecer, evolucionar y ser la mejor versión de nosotros mismos, debemos hacer un esfuerzo por compartir y conectarnos con esa versión superior. Este es el poder de la porción de esta semana: la unión. Estar unidos con lo físico y lo espiritual, la versión superior de nosotros y la inferior. Cultivar amor por nosotros y por los demás.
Leí recientemente algo que me recordó a la película El mago de Oz. El Hombre de Hojalata era el que no tenía corazón, no sentía amor. Cuando el Mago le dio un corazón, le dijo al Hombre de Hojalata algo muy profundo: “Un corazón no se juzga por lo mucho que tú ames, sino por lo mucho que eres amado por los demás”.
Aprecia tus bendiciones esta semana.
¡Jódesh tov!