Comenzamos la semana con muchos cuerpos celestes en Géminis, la constelación de la comunicación: Mercurio, Venus, el Sol y el punto del Tikún, el Nodo Norte. Mercurio es muy fuerte en su propio signo de Géminis. ¡El cosmos ahora viene a mostrarnos que las bendiciones y las “maldiciones” de nuestra vida son el resultado de lo que decimos!
En la antigüedad existía un profeta llamado Ezra (Esdras) que dividió la Torá en capítulos a fin de que cada historia se relacionase con una semana específica y un período del año.
Por consiguiente, todas las historias asociadas con el mes de Géminis tienen que ver con las palabras.
¡Vaya! ¡Qué interesante! La Kabbalah nos enseña que la Torá es un código, y el Zóhar explica que nuestras palabras tienen el poder de influir nuestra energía de vida espiritual y física. ¡Cuánto poder tenemos en nuestras manos y bocas!
En este sentido, quizá el mejor consejo para esta semana provenga de la siguiente sección del Zóhar, en la porción de esta semana, Behaalotjá, versículo 138:
“Por lo tanto, es imprudente que una persona se maldiga a sí misma cuando está enojada, dado que muchos adversarios están preparados para aceptar tales expresiones, es decir: que su maldición se hará realidad”. — El Zóhar, Behaalotjá, párrafo 138