Comenzamos la semana con el Sol en Tauro, que nos invita a disfrutar de la vida. Asimismo, el Sol se sitúa junto a Urano (energía de cambio) y Mercurio (energía de comunicación), todos ubicados en el mismo signo con la misma energía taurina. Esto claramente tiene una gran influencia esta semana.
El toro es un símbolo de armonía y estabilidad. Está regido por Venus, la diosa del amor, lo que lo convierte en un signo romántico, amante de la belleza y muy conectado con los cinco sentidos y sus placeres. A Tauro no le gustan los cambios ni la espontaneidad, prefiere las tradiciones y lo que ya conoce. Por encima de todo, Tauro ama la comodidad.
Como signo de tierra, los tauro son prácticos, constantes, dedicados, diligentes y tranquilos. Aunque pueden ser testarudos y coléricos. Cuando “pinchamos” a un toro, son capaces de mostrarnos toda su furia. Sin embargo, cuando no hay deseos de moverse, es casi imposible convencerlos de lo contrario. Irónicamente, Urano ha estado en este signo en los últimos años, incomodando a los taurinos al obligarlos a moverse, cambiar y soltarse. La evolución solo puede venir a través del movimiento, de lo que nos molesta y de lo que debemos soltar.
Debido a la proximidad de este planeta al Sol, este mes todos recibiremos una cucharada de su medicina. Nuestra mejor opción es adaptarnos al cambio, abrirnos a lo inesperado y ser flexibles. No es fácil llegar a este nivel de conciencia, en especial durante este período, pero sin duda forma parte de la solución y del proceso que Urano induce. Cuanto más proactivamente trabajemos, menos complicaciones encontraremos.
Mercurio, la energía de la comunicación y las ideas, influye en nuestro aprendizaje. Este planeta, relacionado con la mente y la lógica, también está en Tauro. Es una ubicación rígida para dicho planeta, dado que se asocia más con la velocidad. En Tauro, experimentamos un Mercurio que se comunica y razona de forma pausada y testaruda (aunque sí, también muy con los pies en la tierra). Más allá de todo, el verdadero conflicto en este momento es que el planeta se encuentra en movimiento retrógrado, lo que indica que el planeta no está funcionando como debería.
Mercurio tiende a exagerar en los polos de su función, como hablar y pensar demasiado o, por el contrario, no hablar cuando deberíamos. Todo lo relacionado con la comunicación y el transporte se ve interrumpido o retrasado, lo que pone a prueba nuestra paciencia constantemente. Esta es una parte importante del aprendizaje durante este período. Estamos desarrollando la paciencia y la capacidad de anticiparnos a cualquier inconveniente. Por ejemplo, si tengo un compromiso, planifico mi salida con antelación. Pero Mercurio retrógrado no solo trae desafíos, también trae segundas oportunidades en situaciones que no supimos aprovechar en la primera ocasión, como releer algo que no entendimos, revisar, reconectarnos, etc. Así que aprovecha esa energía porque en estas segundas oportunidades puedes corregir errores del pasado.
El día 7, Venus pasa de Géminis a Cáncer. En Géminis, este cuerpo celeste nos muestra un amor superficial, interesado, que busca la diversión y es voluble. Bajo esta energía, es probable —especialmente quienes son sensibles— que sintamos que el amor no es suficiente o que el amor y la atención no se dirigen hacia nosotros. Es posible que nos sintamos ofendidos o heridos y nos tomemos las cosas como algo personal, porque lo que Venus quiere es simplemente pasarla bien. Tan pronto como entre Cáncer, vamos a sentir todas las fuerzas del amor sentimental y cursi. Esta posición le viene muy bien a Venus, ya que nos permite expresarnos y mostrar afecto. Es una gran oportunidad para todos aquellos a los que les cuesta lidiar con las relaciones y la ternura.
El amor familiar se beneficia de este aspecto, dado que Cáncer representa el amor maternal. Es un gran momento para generar unión familiar. Paralelamente, Marte, el planeta de la guerra, también está en Cáncer y, desde esta posición, actúa y lucha de forma emocional y caprichosa. Irónicamente, es muy probable que nuestros seres más queridos estén del lado receptor de este comportamiento. Así que aprovechemos a Venus y hagamos un contrapeso con Marte.
Esta semana la mayoría de los planetas están en los elementos de agua y tierra, quedando solo un planeta en fuego y otro en aire. Por un lado, esto indica armonía. Esta semana hay una sensación de que las cosas fluyen, ya que el agua y la tierra se complementan bien. Así que los planetas unen sus fuerzas y se apoyan mutuamente (algo muy beneficioso para nosotros), pero el hecho de que solo haya un planeta en aire y otro en fuego indica un tipo de energía que falta durante este período. El fuego nos da entusiasmo, deseo y creatividad, y el aire nos conecta con los procesos mentales y nos ayuda a conectarnos con los demás. Desde esta perspectiva, estas energías faltan durante la semana, y tenemos que compensarlas nosotros mismos. No tengas miedo de esforzarte por lo que el cosmos no nos va a proporcionar estos días.
Esta semana honramos Lag BaÓmer, la hilulá (aniversario de la muerte) de Rav Shimón bar Yojái, el autor del Zóhar y el canal para la revelación de la poderosa energía del Libro del Esplendor. En este día, podemos conectarnos con esta hermosa alma justa y tener acceso a su Luz, en especial por la noche. Es una oportunidad única que debemos aprovechar, especialmente en este período del Ómer y en esta semana, dado que su fuerza es el antídoto contra cualquier influencia astral. Rav Shimón nos enseña a estar por encima de cualquier influencia astrológica e ilusión del mundo físico, ya que él superó toda la materia, incluyendo la mismísima fuerza de la negatividad. Que su Luz y su fuerza nos acompañen esta semana y todo el tiempo.
