El mes de libra comienza el 6 de septiembre al atardecer. Coincide con el Año Nuevo kabbalístico, Rosh Hashaná, en que iniciamos el año 5782. Los primeros veintidós días de este mes definirán todo nuestro año; por lo tanto, estos días son tierra fértil, por así decirlo, y necesitamos sembrar las semillas para bendiciones más grandes mediante nuestro esfuerzo.
Antes de mirar los aspectos astrológicos, hagamos un recuento de los días importantes de este mes:
Nota: El Centro de Kabbalah hace transmisiones en línea de estos eventos para cualquiera que desee participar.
Yom Kipur cae el 10 de Libra, es decir, diez días después de Rosh Hashaná. Este año caerá el 15 de septiembre al atardecer. Estos primeros diez días de Libra son conocidos como los diez días más poderosos del año para purificarnos de cualesquiera acciones negativas que hayamos podido realizar en esta vida o incluso en vidas pasadas.
Después de esta limpieza profunda, celebramos los siete días de Sucot, que comienza el 20 de septiembre al atardecer. Sucot nos conecta con nuestro potencial e Inspiración Divina, la capacidad de sentir orientación de forma intuitiva. También es una oportunidad para conectarnos con una dicha y una felicidad más profundas para todo el año, e invitar la energía de paz a nuestra vida y el mundo. El último día de Sucot se conoce como Hoshaná Rabá (el 26 de septiembre al atardecer), que sella nuestro destino para el año. Estos días son muy importantes para sembrar semillas. Determina una intención de compartir más, mantenerte positivo y evitar conflictos. Podríamos recuperarnos rápidamente al caer. Finalmente, el 27 de septiembre al atardecer, tenemos Simjat Torá; cuando recibiremos la energía para manifestar todo lo que sembramos.
En términos astrológicos, este año la entrada de la Luna Nueva de Libra ocurrirá con muchos aspectos importantes (el Sol, la Luna, Marte, el Nodo Norte y una luna negra) bajo la regencia del planeta más veloz: Mercurio. Mercurio rige el movimiento y la velocidad. Yehuda ben Teimá, un sabio ancestral, dijo: “Sé impávido como un leopardo, liviano como un águila, veloz como un ciervo y poderoso como un león para hacer la voluntad de tu Padre en el Cielo”. ¡Mercurio es, efectivamente, tan veloz como un ciervo y liviano como un águila!
Los antiguos kabbalistas llaman a esta energía “rapidez de espíritu”. Una de las bendiciones que recibimos este mes, y para todo el año, es la capacidad de ser más fuertes que la pesadez de la postergación, la tristeza o el miedo. Actúa rápidamente, no a raíz de un impulso, ¡sino por el deseo de hacer más y manifestar más! Estructura tus días a fin de que puedas pasar rápido de una actividad a la siguiente, sembrar semillas positivas y moverte hábilmente a la próxima.
También tenemos muchos signos en el elemento aire (Mercurio, Saturno, Júpiter y Venus, y también el Nodo Norte, están todos bajo la regencia del aire). Los signos de aire nos motivan a soltar: el viento siempre avanza y nunca se detiene. Esto nos ayuda a superar el pasado, soltar y seguir adelante. Este es el tiempo para avanzar y dejar de pensar en cosas del pasado. La secuencia #58 de los 72 Nombres de Dios (Yud Yud Lámed), “Soltar”, puede ser de gran ayuda.
El desafío con relación a Mercurio y el aire es la falta de concentración. La energía neptuniana en esta carta podría hacer las cosas un poco confusas; por ende, debemos mantenernos organizados y planificar para que podamos unirnos rápidamente al orden y llevar a cabo nuestras acciones cabalmente.
Que todos tengamos un 5782 lleno de dicha y Luz.