La semana de Vayeshev es considerada como la más caótica de toda la Torá. Primero, ¡vemos que los diez hijos de Yaakov venden a su hermano menor, Yosef, como esclavo! Después, Yaakov entra en un estado de tristeza profunda. Y entonces después, vemos los grandes errores que Yehuda comete.
No obstante, la historia tiene el mejor final posible. Yosef es llevado a Egipto como esclavo, donde posteriormente gobierna y salva al pueblo de la hambruna gracias a su conocimiento y conciencia espiritual. Pasamos del caos a los milagros.
El antiguo libro Séfer Yetsirá atribuye la energía de la letra Nun, que rige la “caída”, a Escorpio. Asimismo, la letra que representa a Sagitario es la Sámej, que rige el “levantarse”. Sámej necesita de la Nun y viceversa, porque cuanto más profundo alguien cae, más tiene el potencial de levantarse alto. Esta es la lección de esta semana mientras el Sol completa su ciclo en Escorpio y entra en Sagitario.
¿Y qué ocurre cuando el Sol toca la línea que conecta a Sagitario y Escorpio en el cielo? En la región zodiacal cuando la Nun toca la Sámej, la oscuridad se convierte en Luz. Es por ello que la palabra hebrea para milagros es nes (formada con la Nun y la Sámej). El Sol (que ilumina y fortalece todo) toca el lugar de los milagros en el cielo.
Durante la semana de Vayeshev, al igual que los mayores milagros nacen del caos más profundo, nosotros también podemos practicar mirar los aspectos difíciles en nuestra vida y transformar nuestros pensamientos en pensamientos positivos. Observa dónde hay una bendición oculta, aún cuando nuestra mente no la perciba. Aquí hay Luz. ¡Esto es bueno!
Es una semana de trabajo interno. No te preocupes por lo externo; ya sea caótico o no, ¡trata de percibir las bendiciones ocultas! Cuando el Sol entra en Sagitario, se facilita la capacidad de sentirse bien en la oscuridad, pero no debemos olvidar: solo podemos verlo gracias al caos. Así que aprecia la “caída” porque esta lleva a la “elevación”.