La felicidad es un aspecto fundamental de nuestro trabajo espiritual. Es una de las lecciones que puede implementarse más fácilmente y, aún así, nosotros la hacemos muy complicada.
Esta semana celebramos la festividad espiritual de Sucot, cuando podemos atraer la Luz de misericordia para todo el año. Esta es la semana para expresar bondad y generosidad en todo lo que hagamos y digamos. No recibimos las lecciones y la Luz de esta semana simplemente para que seamos “buenas personas”. Nos las entregan para crear aspectos muy reales y prácticos de protección y misericordia que verdaderamente pueden enriquecer nuestra vida y la de toda la humanidad.
En los astros, el planeta Júpiter en Acuario desempeña el papel de la abundancia y la misericordia. Júpiter es el planeta más grande de nuestro sistema solar y tiene la cualidad mágica de expandir todo lo que toca. Sin Júpiter, no habría crecimiento ni expansión, astrológicamente hablando. A Júpiter no le agrada la ambigüedad y nos ayuda a concentrarnos en nuestras metas a fin de no desviarnos.
Júpiter favorece un sentido de coherencia interior, y cuando las cosas se sienten bien, la felicidad emerge naturalmente. Júpiter en Acuario nos invita a dar un gran salto de fe y encontrar ese “lugar feliz” al que verdaderamente pertenecemos.
Júpiter en Acuario nos pide que persigamos nuestros sueños, sintamos alegría por nosotros mismos y los demás. Hay miles de razones por las que podríamos fallar, pero a menos que creamos que podemos y lo intentemos, nunca ocurrirá nada.
Al llevar estas cualidades a nuestra vida, cuando tratemos tanto con nosotros mismos como con el mundo, crearemos una conexión con la asombrosa Luz de Sucot que se revela esta semana.
Esta es nuestra oportunidad de convertirnos en cocreadores del universo. Pero también tenemos una obligación de involucrarnos y crear un mejor futuro para nosotros. Tómate esta oportunidad en serio; este quizá sea uno de los momentos más importantes de nuestra vida.