El mes de Libra contiene las festividades kabbalísticas de Rosh Hashaná, Yom Kipur, Sucot y Simjat Torá. Rav Berg solía llamarlas “días de poder” debido a que son aperturas cósmicas que nos ayudan a organizar nuestro año, eliminar juicio y, mediante nuestra conciencia, reescribir nuestro futuro en una hoja en blanco. Este proceso llega a su culminación esta semana, que contiene la energía de Bereshit.
Esta primera porción de los cinco libros de Moshé comienza un ciclo que dura un año. El capítulo cuenta el principio de la Creación, que representa una oportunidad para sembrar las semillas correctas para un nuevo comienzo en el nuevo año. No obstante, cada año la porción de Bereshit coincide con el cuarto menguante, cuando la relación entre el Sol y la Luna está en su fase final. Este es un momento de compleción y cierre. Por lo tanto, esta semana une dos principios opuestos: el comienzo y el fin. Al mirar con más minuciosidad, podemos ver que todo es una ilusión, dado que los ciclos siempre están unidos y, en realidad, siempre hay continuidad. Rav Berg enseñaba que en los lugares en los que hay dualidad, hay Luz y verdad.
No se debe pasar por alto que el mes de Libra está conectado con las relaciones. Esto nos da la oportunidad para sanar y restablecer nuestra conexión con nosotros mismos, con el Creador y nuestro prójimo. Las aperturas cósmicas de este mes nos dan la oportunidad de ser parte de este trabajo. Sin embargo, siempre podemos hacer más y debemos aprovechar la energía de estos últimos días de Libra para trabajar en nutrir nuestros vínculos, ser más diplomáticos, trabajar en equipo, ser mejores compañeros, abrirnos al apoyo de los demás, buscar la armonía y tener una buena disposición.
La fase de cuarto menguante también nos da la oportunidad de planificar nuestro siguiente mes kabbalístico: Jeshván. La Luna Nueva de Escorpio, un signo de agua, aporta emoción, intensidad y, posiblemente, celos. Esto nos da la oportunidad de analizar y reflexionar sobre las áreas de nuestra vida en las que debemos soltar el control y confiar más en la Luz del Creador. Los días de esta semana nos ayudan a prepararnos a fin de sacar el máximo provecho del próximo mes.
Con relación a la configuración planetaria de la semana, tenemos cinco cuerpos celestes en el elemento aire: el Sol en Libra, Mercurio en Libra, Marte en Libra, Júpiter en Acuario y Saturno en Acuario. Esta energía nos influirá para ser más mentales, sociales, ágiles, abstractos, comunicativos, intelectuales, elocuentes y racionales. Durante este período, es posible que actuemos de forma más fría y desprendida. Podríamos tener la tendencia a ser desorganizados y también tener dificultades para concretar nuestras ideas, manifestarlas y, en general, tener los pies sobre la tierra. Nuestra mente podría estar en actividad constante, lo cual puede afectar nuestra concentración y descanso; tendremos que hacer un esfuerzo para controlarla y no permitir que ella nos controle a nosotros.
A pesar de ser difícil, se recomienda meditar para poder concentrarnos mejor. Asimismo, desafía a tu mente con juegos de habilidad mental para mantenerla ocupada con algo positivo. Haz el esfuerzo de conectarte con las partes emocionales al inyectar entusiasmo y pasión. La energía de esta semana también nos ayudará a actuar con liderazgo e iniciativa, y también con perseverancia. Debemos procurar no ser rígidos, abrirnos al cambio. Sé flexible y adáptate, esto ayudará a mantener el flujo de energía a lo largo de la semana.
En este momento hay cinco planetas en movimiento retrógrado: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. El 27 de septiembre, Mercurio también comienza su proceso de retrogradación. En realidad, los planetas siempre avanzan hacia delante, pero debido a la ilusión óptica desde la perspectiva de la Tierra, pareciera que van en retroceso. Como consecuencia, este efecto energético impide que el planeta cumpla diligentemente sus funciones y suele exagerar o minimizar sus cualidades. Además, los planetas que están en esta situación tienen una implicación kármica, es decir, tienen un vínculo con el pasado; esto abre la opción de hacer una corrección y tener una segunda oportunidad. Algunas experiencias de este período ocurren para enseñarnos y ayudarnos a aprender algo. Presta más atención para no perderte esta gran oportunidad para corregir.
Mercurio es un planeta cotidiano que nos influye a diario, y sus funciones son básicas para los humanos. Representa la manifestación de la inteligencia y estimula la capacidad para analizar, discernir, hablar, escuchar, conversar, comunicar, escribir, estudiar y aprender, entre otras. Al estar en movimiento retrógrado, su efecto es: confusión, malentendidos, errores, falta de claridad, una tendencia a exagerar en la comunicación, ser repetitivos o no hablar. Otros sucesos comunes son los problemas de comunicación (en general y con cualquier dispositivo relacionado, tales como teléfonos, computadoras, etc.). También afecta la operación del transporte y rutas, ocasionando problemas de tráfico y conflictos en viajes. Debemos ser cuidadosos, pacientes y atentos; hacer un esfuerzo adicional para prevenir cualquier error, demora o confusión. El regalo de Mercurio retrógrado es precisamente regresar y hacer algo por segunda, tercera o cuarta vez porque, bajo esta influencia, podemos ser victoriosos. Podemos leer nuevamente ese libro que no entendimos en el pasado o tomar la prueba que no aprobamos antes.
El domingo y el lunes, la Luna pasará por Géminis. La clave en estos días es la comunicación y el intercambio de ideas. Hay una tendencia a sentirnos más adaptados, curiosos y versátiles. Son excelentes días para comunicarnos, aprender y estimular nuestra mente. El martes, miércoles y jueves, la Luna estará en Cáncer, un signo de agua que aporta su energía a esta semana. Como mencionamos antes, hay muchos planetas en signos de aire y tierra, y pocos en agua y fuego. Estos días en el signo de Cáncer traen sensibilidad y empatía, vulnerabilidad y emocionalidad, lo que da un equilibrio a la semana. Estos días son favorables para fortalecer los vínculos familiares y cualquier actividad en casa. Para el fin de semana, tenemos la Luna en Leo, que trae ese fuego interno que nos falta para conectarnos con el entusiasmo, la creatividad, la pasión, la intuición y la diversión. Estos días podríamos buscar reconocimiento y disfrutar ser el centro de atención. Inyecta humildad y la energía fluirá a tu favor.