El 2 de octubre, el cosmos nos ofrece un evento particularmente significativo: un eclipse solar en Libra que coincide con el inicio de Rosh Hashaná. Este fenómeno no solo marca el comienzo de un nuevo ciclo, sino que también trae consigo una serie de energías transformadoras que pueden influir profundamente en nuestro camino durante el año.
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, bloqueando la luz solar. Este evento puede ser interpretado como un “apagón” temporal del Sol. Aunque el eclipse en Libra será parcial, esta oscuridad temporal puede tener efectos profundos en cómo nos percibimos y cómo nos relacionamos con el mundo, y afectará mayormente a los nativos del signo de Libra. Es importante reconocer que estos sentimientos son naturales durante un eclipse solar y forman parte del proceso de ajuste y renovación. A pesar de la oscuridad temporal, el eclipse solar también ofrece una oportunidad para la transformación y el renacimiento.
Rosh Hashaná es un período de reflexión, arrepentimiento y establecimiento de nuevas intenciones. Marca el inicio de un nuevo ciclo en el calendario kabbalístico. Es un momento en el que se evalúan las acciones del año pasado y se buscan maneras de mejorar y crecer. El eclipse solar en Libra el mismo día de Rosh Hashaná intensifica el significado de este inicio. La combinación de estos dos eventos nos proporciona una energía poderosa para comenzar de nuevo y hacer ajustes significativos para el año que comienza.
Libra, el signo del equilibrio y las relaciones, intensifica el enfoque en estas áreas durante el eclipse. El impacto del eclipse puede provocar una reevaluación profunda de cómo manejamos nuestras relaciones personales y profesionales. Este puede ser un tiempo para equilibrar nuestras interacciones al buscar una mayor armonía y justicia. La oscuridad que trae el eclipse puede ayudar a iluminar áreas de nuestra vida que necesitan cambio. La introspección provocada por el “apagón” puede llevar a una renovación de nuestra identidad y propósito, lo que permite un reinicio personal profundo.
Aunque la desorientación inicial puede ser desafiante, también presenta oportunidades para el crecimiento. A medida que enfrentamos estos desafíos, podemos desarrollar una mayor claridad sobre nuestras aspiraciones y deseos, y fortalecer nuestra resiliencia.
El eclipse también puede afectar nuestra energía colectiva, llevando a un enfoque renovado en la resolución de conflictos y la búsqueda de equilibrio en la vida social y global. Este año puede estar marcado por esfuerzos por encontrar soluciones equitativas y justas en diversos contextos.
Aquí algunos consejos para manejar la energía del eclipse y Rosh Hashaná:
Dado que el año puede comenzar con una sensación de desorientación, mantén la paciencia y la flexibilidad. Permítete adaptarte a los cambios y ajustes que surjan a lo largo del año, y mantén una actitud abierta hacia nuevas oportunidades. Reconoce que el proceso de ajuste puede ser desafiante y requiere tiempo. Sé amable contigo mismo mientras navegas por las energías transformadoras del eclipse y el inicio del nuevo año.
Detrás de la oscuridad siempre está la Luz. Este evento puede darnos una gran oportunidad de revelarla al entender que la energía astral nos influencia pero no nos define, como siempre nos dijo nuestro maestro Rav Berg.