Nos acercamos a la Luna Nueva del mes de Tauro, y la Luna en conjunción con Neptuno puede traer confusión emocional y generar una falta de claridad. Esta semana consiste en entender que somos una única chispa de la conciencia global divina. Tendremos la oportunidad de ver las cosas de una manera más profunda y espiritual en la medida que alineemos nuestro deseo con nuestra chispa.
Este momento también consiste en entender que cada situación que se nos presenta (ya sea desafiante o positiva) proviene del Creador, y es una oportunidad para que crezcamos y logremos más. Marte, que representa el deseo y la motivación, está muy fuerte en Aries, su lugar de regencia. Se movió a esta posición la semana pasada, y aquí podemos aumentar nuestro deseo de una conexión con la Fuerza de Luz del Creador.
El Sol comienza la semana a 15 grados en Tauro. Este es el grado más concentrado y condensado de energía terrestre en el Zodíaco. Por un lado, puede ayudarnos a ser más estables y arraigados. Por otro lado, es muy testarudo y propenso a un deseo excesivo de buena comida y relaciones íntimas; básicamente, todo lo que está conectado con la experiencia física en el cuerpo. Procura no excederte con cualquier cosa que esté relacionada con la materia física. Recuerda: la chispa está en tu interior y te ayudará a ver las cosas desde una perspectiva más profunda.
Para el fin de semana, el Sol iniciará una conjunción con Urano, y esto crea muchos altibajos y cambios repentinos. Nuestro trabajo aquí es mantenernos estables. La forma de hacerlo es teniendo esa conexión del alma con la Luz. El mundo físico es inestable. Rav Berg enseñaba que desde la Creación hasta la actualidad nunca ha habido una generación que fuera completamente estable. Nunca hubo un momento en el que nada malo le sucediera a nadie o en el que nadie causara negatividad. La verdadera estabilidad proviene del interior. Cuando buscamos algo en el exterior que nos dé una sensación de alivio, cuando dependemos de fuerzas distintas a nosotros mismos, terminamos decepcionados.
El miércoles es la Luna Nueva de Tauro, que da comienzo a un mes de sanación. La sanación es una extensión de la Fuerza de Luz del Creador, y existe dentro de todos y cada uno de nosotros. Es nuestro trabajo activarla. En esta Luna Nueva, Venus, el planeta que rige a Tauro, está en Tauro. Podemos despertar una gran sanación en este momento, tanto mental como física. Una vez más, la sanación viene como resultado de nuestras decisiones y nuestro equilibrio interior.
El jueves, la Luna estará en Géminis en cuadratura con Saturno. Aquí es importante que entendamos que no podemos escapar de ninguna situación. Más bien, nuestro trabajo es enfrentarla, observarla y activar la Luz en cualquier circunstancia en la que nos encontremos.