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Despertar la Luz de Conciencia

Karen Berg
Mayo 6, 2024
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Este artículo fue publicado originalmente en 2017.

La conciencia es el puente que le permite a la Luz de nuestra alma viajar al corazón de otra persona. Con conciencia, todo lo que vivimos este mes se convierte en un medio para elevar a toda la humanidad.

Las personas nacidas bajo el signo de Tauro, Iyar en hebreo, poseen una energía de fortaleza y estabilidad. Ellas disfrutan de la rutina y la seguridad, además, son conocidas por ser confiables y cariñosas. Lo que puede retenerlas es su renuencia a cambiar de situación. El sentimiento es: “El sol brilla, ¿por qué hacer olas? La hierba está bastante verde aquí, ¿para qué avanzar?”.

Aunque esta inamovilidad y persistencia hace que los tauro sean amigos leales y excelentes personas para ejecutar asuntos de negocios, eso también puede traer cierto grado de limitación.

Esto se debe a que somos seres infinitos, y mientras estemos aquí en esta forma física somos llamados a siempre expandirnos y transformarnos. El pensamiento y comportamiento rutinario pueden ir contra el crecimiento espiritual. Estamos aquí para ser mejores que ayer, romper nuestros patrones y renovarnos, hora tras hora, día tras día.

A decir verdad, todos estamos fijos de alguna manera. ¿Alguna vez has estado viajando en un auto y de repente te encuentras en tu casa? ¿Cómo llegaste allí? ¿Estabas en piloto automático? Este parece un ejemplo sencillo, pero todos nos ponemos en piloto automático de vez en cuando. A veces se ve en nuestras relaciones, en la manera en la que nos vemos, lo que creemos de los demás o quizá en las maneras en las que nos hemos acostumbrado a actuar. A veces hacemos las cosas “porque sí” o decimos cosas por decirlas, sin realmente considerar por qué o en qué queremos influir. En este letargo de conciencia olvidamos nuestro poder creativo para canalizar la Luz hacia este mundo. Las acciones sin corazón son oportunidades perdidas. Con cada paso que damos tenemos la capacidad dada por Dios (a través de la combinación divina de mente, corazón y espíritu) para difundir energía positiva con nuestras acciones. Cada uno de nosotros está aquí para tener una influencia que dure mucho más que nuestra existencia. Cuando tenemos esta conciencia, hasta nuestras tareas y actividades mundanas cobran una nueva fuerza de vida. Tenemos el poder para ascender y convertirnos en el poderoso creador que estamos destinados a ser.

Históricamente, una gran cantidad de negatividad se ha presentado durante el mes de Tauro. 24.000 estudiantes del gran Kabbalista Rav Akivá murieron de peste, y el autor del Zóhar, Rav Shimón, dejó este mundo el día 18 de este mes. Sin embargo, el nombre en hebreo para el mes es Iyar, que viene de “Aní HaShem Rofejá”: “Yo soy Dios, tu sanador”. Además, en hebreo también se le llama Ziv al mes de Tauro, lo cual significa “Luz”. ¡Parece una contradicción! Pero lo que aprendemos es que de la oscuridad nace la Luz; al igual que una semilla termina por convertirse en una hermosa flor después de haber estado enterrada en la fría y oscura tierra.

Después de la muerte de los 24.000 estudiantes hubo una apertura para una Luz tan fuerte como para expandirse por todo el mundo. Cuando Rav Shimón se elevó y dejó su cuerpo, creó un portal de energía del cual toda la humanidad sería nutrida.

Del mismo modo, este mes tenemos la oportunidad de despertar Luz desde nuestra oscuridad. Las maneras robóticas de pensar pueden ser reemplazadas con nuevos caminos inspiradores.

Podemos identificar creencias que nos están reteniendo, algunos hábitos y comportamientos que nos impiden vivir nuestro potencial. Parece mucho pedir, pero se comienza con cosas pequeñas.

A continuación, algunas cosas que podemos intentar hacer:

  • Ser proactivamente más cariñosos y generosos con quienes nos rodean.
  • Concentrarnos menos en cómo nos tratan los demás y más en cómo los tratamos.
  • Ser conscientes de nuestros miedos para poder invocar valentía.
  • Evaluar los sistemas de creencias limitadores y encontrar unos que nos den más poder.
  • Concentrarnos menos en lo que obtenemos de una interacción y ser más conscientes de la energía que estamos aportando a esa interacción.

En la noche de Pésaj, cada uno de nosotros fue escogido por la mano del Creador y liberado de todos los programas que nos esclavizan. Ahora durante este mes, durante el período conocido como el Ómer, hacemos un esfuerzo por liberarnos. La energía ya fue implantada en nuestro interior. Depende de nosotros revelarla.

Sí, Dios es nuestro sanador, pero también está escrito que Él ayuda a quienes se ayudan, y nosotros somos totalmente capaces de hacerlo. Despertemos la Luz de la conciencia para nosotros y expresémosla para elevar al mundo.


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