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Para ser un líder, sé como la Luz

Monica Berg
Agosto 28, 2023
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¿Qué significa “ser como la Luz”? Esta es una de las ideas y aspiraciones más fundamentales en la Kabbalah. Mi gran maestro y suegro, Rav Berg, solía bromear y decir que él era “la persona más egoísta del mundo”. ¿Por qué? Como él decía: “Porque sé que la única manera en que puedo recibir más Luz es compartiendo más y más con todos los demás; por lo tanto, me paso la vida compartiendo”. Y eso es precisamente lo que hizo (¡que es una razón clave por la que fue un líder tan grande!). Él actuaba como la Luz e influía en miles, incluso millones, mientras disfrutaba del resplandor que creaba.

Sin embargo, con demasiada frecuencia nos aferramos a esa noción equivocada de que el liderazgo equivale, de alguna manera, a estar al mando. Ejercer poder sobre los demás. Incluso podríamos pensar que liderar nos proporcionará extras que mejoran nuestra imagen, como respeto, mansiones y cosas deslumbrantes. Y desde luego, en algunos casos, el liderazgo puede inspirar honores o incluso ganancias monetarias, pero ese no es el alma o el espíritu del liderazgo EN ABSOLUTO. Todo lo contrario, de hecho.

El auténtico liderazgo no consiste en obtener cosas, ser reconocido o subir a un escenario. Consiste en el servicio. Consiste en conectar. Elevar. E iluminar lo mejor de los demás. 

En otras palabras, el verdadero liderazgo consiste en parecerse más a la luz… y a la luz más grande (¡la Luz del Creador!).

Podemos entenderlo mejor al explorar las cualidades de la luz desde una perspectiva científica. Además de viajar a la increíble velocidad de 300 mil kilómetros por segundo, la luz muestra algunas otras características fascinantes de las que podemos aprender cuando nos disponemos a liderar el camino. He aquí algunas:

1) La luz comparte generosamente.

La luz ni retiene ni discrimina. No se detiene en medio de una habitación y decide NO iluminar esa mesa. Si bien algunas superficies o colores pueden absorberla o reflejarla más fácilmente, la luz brilla sobre todo indeteniblemente. 

El gran liderazgo no elige dónde o sobre quién iluminar. A veces se nos pide que guiemos durante desafíos. O que orientemos a quienes intentan patalear o gritar (ya sea literalmente, como en la crianza de los hijos, o en sentido figurado). A veces, un líder tiene que salir de la sombra y brillar, a pesar de las circunstancias. Tanto el Rav como mi suegra, Karen, se enfrentaron a grandes críticas cuando se embarcaron por primera vez en su intento de llevar la Kabbalah al mundo. No obstante, siguieron adelante (afortunadamente), y ahora todos tenemos acceso a una gran sabiduría y Luz, ¡que continuará beneficiando al futuro!

2) La luz tiene una fuente definitiva, pero también refleja y refracta.

La Luz siempre tiene una fuente. Para ser un líder, necesitamos llegar a nuestra propia esencia, conocernos primero a nosotros mismos. ¡Por eso son necesarios el interés propio y el crecimiento personal! Tenemos que aumentar nuestra propia potencia si queremos convertirnos en un faro para los demás, de cualquier manera, grande o pequeña. 

Y una vez que lo hacemos, adquirimos la capacidad de producir un cambio en el mundo. Al igual que el Sol ilumina a la Luna, un verdadero líder ayuda a los demás a brillar también. El rabino Jonathan Sacks escribió que el liderazgo comienza con una disposición a asumir responsabilidades. Esto significa defender lo que creemos que es correcto y estar dispuestos a actuar como individuos y como parte de un todo. Mira un cuadro puntillista, como uno de Georges Seurat, y observa cómo todos los pequeños puntos crean la gestalt. Y cada punto forma parte de esa totalidad.

Cuando la luz incide sobre una superficie translúcida, como un prisma, puede curvarse, extenderse o fragmentarse en los colores del arcoíris. Del mismo modo, un gran líder sabe que todos estamos aprendiendo unos de otros en todo momento. A veces, se puede obtener una gran sabiduría de aquellos a los que se lidera… o de los niños, los animales o el mundo natural. Los distintos puntos de vista, al igual que los prismas, aportan un espectro de color y textura a nuestra vida y pueden ayudarnos a difundir esa luz única de formas nuevas. ¡Tan solo tenemos que estar abiertos a ello!

3) La luz tiene más de una identidad. 

La luz es tanto una onda como una partícula. Se puede medir por la longitud de onda y la luminosidad, pero también se mide en unidades de energía electromagnética, o fotones. 

Del mismo modo, los líderes son tanto individuos únicos como parte de algo más grande. Los líderes transformadores se sienten cómodos tanto en primera línea como en el centro de atención. Esto se debe a que comprenden y reconocen profundamente la humanidad que hay en cada persona. Ellos eligen conectarse con sus equipos de formas significativas. Por ejemplo, se sabe que Warren Buffet comparte el mismo sándwich y gaseosa de cereza con una clase de estudiantes embelesados que con Bill Gates. 

Un gran líder entiende que todos somos componentes igualmente valiosos de la misma Luz. En este lugar, no existe “mi Luz” o “tu Luz”. Tan solo existe el Uno, así que cuando tú brillas, ¡yo también brillo!

4) La luz es transformadora.

La luz cambia las cosas. Crea calor. Ayuda a que crezcan hierbas, flores y árboles mediante la fotosíntesis. La luz del Sol hace posible la vida en este planeta. 

Así que, para ser más como la luz, ¡apreciemos nuestra capacidad de transformación! Podemos expandirnos conscientemente en cada momento de cada día. ¿Cómo? ¡Las posibilidades están en todas partes! Podemos leer más. Viajar más. Estudiar a los líderes que admiramos. Exigirnos a nosotros mismos de nuevas maneras (mira mi Desafío de los 30 Días de Virgo para obtener sugerencias). La idea es estar abiertos al crecimiento, que a su vez inspirará a otros a crecer también.

5) La influencia de la luz no conoce límites.

En 2022, el telescopio Hubble de la NASA descubrió la estrella más lejana encontrada hasta la fecha. Apodada Eärendel, su luz tardó aproximadamente 28 MIL MILLONES de años en llegar a la Tierra. 

Aunque los eones son difíciles de predecir, podemos afirmar con certeza que el alcance de un verdadero líder no se detiene cuando se ha ido. Gran parte de nuestra experiencia está basada en el liderazgo de los demás. Ya sea que se trate de una persona, un objeto, una organización o un movimiento social arrollador, todo surgió de la acción de alguien que dio un paso al frente para hacerlo realidad; alguien que probablemente pensó no solo en el presente, sino también en los meses, años y décadas por venir. Al igual que la vela que enciende otras diez velas, cada una de las cuales podría encender diez más, nunca sabemos hasta dónde puede llegar nuestro alcance.

¿En resumen? Para ser un verdadero líder en cualquier área de tu vida, ya sea para una persona o para diez millones, ¡practica conectarte con la Luz y emularla!

Porque, ¿quién sabe? Tal vez un día, en algún lugar o momento lejano, alguien piense, diga o actúe de una manera que haya sido tocada por tu influencia. 

Y en ese momento, como una estrella lejana que irradia a través del Universo, tú estarás allí con esa persona.


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