En la porción Tetsavé, el Creador da mandamientos a Moshé, comienza con las palabras Veatá Tetsavé: “Y tú ordenarás”, pero no menciona el nombre de Moshé, solo usa la palabra “tú”. Esto es importante porque los kabbalistas señalan que es el único momento en la Torá desde el nacimiento de Moshé en el que no se menciona su nombre.
"Cuando eliminamos nuestro ego, nos unimos por completo a la Luz"
El Baal Haturim da una explicación para esto. Al momento de la caída del becerro de oro, el Creador quería destruir a todos los israelitas, pero Moshé le dijo al Creador: “Tienes que perdonarlos y eliminar el juicio; si no lo haces, puedes borrarme de Tu libro”. Y aunque el Creador aceptó la solicitud de Moshé y perdonó a los israelitas, el Baal Haturim explica que la frase “Bórrame de Tu libro” se manifestó para Moshé en la porción Tetsavé, porción en la que su nombre no es mencionado. Ese es el entendimiento literal de por qué el nombre de Moshé no es mencionado en esta porción, pero, por supuesto, sabemos que todo tiene un entendimiento más profundo.
Entonces, ¿cuál es el conocimiento profundo en cuanto a la ausencia del nombre de Moshé en la porción Tetsavé y cómo se relaciona con lo que ocurrió cuando Moshé se sacrificó completamente para salvar a todos los israelitas? Los kabbalistas enseñan que la respuesta es que una persona puede provocar cambio y atraer Luz y bendiciones infinitas en la medida en la que haya eliminado completamente sus intenciones personales del proceso. Y eso fue lo que hizo Moshé.
"Podemos ser uno con el Creador "
En última instancia, el alma más elevada, un tsadik o persona justa, es alguien que no hace nada para sí mismo; la única motivación detrás de lo que hace es ayudar a los demás. Cuando Moshé le dijo al Creador que debía eliminarlo de Su libro a menos que el juicio y la negatividad fuesen eliminados de los israelitas, en esencia Moshé estaba diciendo: “Mi único propósito en la vida es dar a los demás”. Y en ese momento Moshé alcanzó el nivel de eliminación completa del ego y la motivación egoísta de cada acción que hizo por el resto de su vida, y se volvió uno con el Creador.
¿Por qué? Porque cuando eliminamos nuestro ego por completo, nos unimos completamente con la Luz del Creador, no seguimos existiendo como una entidad separada de la Luz. Cuando llegamos a ese nivel podemos traer cualquier bendición, eliminar cualquier juicio y traer sanación. Por lo tanto, vemos que la razón por la que Moshé no es mencionado en esta porción no es un castigo; más bien es la recompensa más grande de todas. Es el indicador de lo que logró Moshé: llegó a un estado en el que ya no existía como un individuo diferente y particular. Moshé se convirtió en la Luz del Creador y, debido a eso, los kabbalistas explican que todo lo que Moshé hizo duró para siempre, porque renunció por completo a su ego e intenciones ocultas.
Y esa es la energía disponible para nosotros en Shabat Tetsavé; podemos pedir la eliminación de nuestros deseos personales de lo que hacemos para llegar a un estado en el que ya no estemos separados de la Luz. Podemos ser uno con el Creador y, del mismo modo en el que la Luz del Creador puede sanar y traer bendiciones, nosotros también podemos traer bendiciones.
En ese estado podemos hacer todo lo que la Luz del Creador hace porque ya no estamos separados. Es el estado supremo que Moshé alcanzó en este Shabat y el maravilloso regalo que podemos pedir. En la medida en la que lo deseemos y le pidamos al Creador que nos dé la ayuda para separarnos de todas las intenciones egoístas que tenemos, en esa misma medida lo que hacemos puede realmente durar para siempre y solo ser de la Luz.