Este artículo fue publicado originalmente en 2017.
Todo ocurre por la gracia de Dios. Absolutamente nada ocurre sin la presencia de la mano del Creador.
Esta semana, dos porciones, Behar y Bejukotai, están combinadas. Ambas hablan independientemente del precepto de shemitá, el año sabático que tiene lugar en Israel y es el séptimo año del ciclo agrícola de siete años. Así como la gente descansa de los esfuerzos de los días laborales en el séptimo día, también se le pide a la tierra de Israel que se desconecte del mundo de Maljut en el séptimo año y que no sea trabajada. También es interesante notar que la shemitá fue el único precepto dado en el Monte Sinaí. ¿Por qué es tan importante que durante todo el séptimo año Israel no trabaje la tierra? ¿Por qué es tan crucial el año sabático? Más importante aún, ¿cuál es la lección para nosotros que se relaciona con nuestra vida hoy día?
"El año sabático consiste en desarrollar una confianza total y absoluta en la Luz del Creador."
El Zóhar revela que el año sabático consiste en desarrollar la certeza, una confianza total y absoluta en la Luz del Creador. Es como si el Creador dijese: “No trabajen la tierra el séptimo año y Yo les daré bendiciones para todos los años”. ¿Debemos dejar de trabajar por todo un año y sólo confiar en que el universo proveerá? No, no se trata para nada de eso. La Biblia es hermosamente precisa en su poesía. Fíjate en que no dice que nosotros no debemos trabajar, sino que la tierra no debe ser trabajada. Esto es un indicio de que realmente se está hablando de un alejamiento del mundo físico.
Es muy fácil atascarse en el mundo físico. Después de todo, es donde vivimos. El lugar donde trabajamos, nos esforzamos y empeñamos nuestra sangre, sudor y lágrimas con el fin de manifestar para nosotros y los demás. Estamos destinados a hacer todas estas cosas, pero también debe haber una conciencia de que el sustento y las bendiciones no son provocadas sólo por nuestras manos, debido a que la mano del Creador está involucrada al menos en igual proporción. Por ejemplo, una persona podría registrarse en todas las páginas web de citas del mundo. ¡Podría tener siete citas a la semana! Aun así, no encontrará a su alma gemela hasta que el Creador lo considere oportuno. Tan importante como es invertir esfuerzo lo es aprender a soltar y dejar actuar a Dios.
"Pase lo que pase, recuerda que Dios está allí."
Este es un trabajo espiritual intenso. Vivir en el mundo de la físicalidad, luchar con toda nuestra alma y corazón por nuestras metas y, aún así, no apegarnos al resultado, teniendo certeza en que la Luz prevalece. Es bastante paradójico, pero como solía decir el Rav: La verdad está en la paradoja.
La energía de esta semana puede ayudarnos a soltar nuestras intenciones ocultas, nuestra idea rígida sobre lo que deberíamos obtener, sobre hacia dónde vamos y por qué. Durante los próximos siete días, practica el arte de soltar. Pase lo que pase, recuerda que Dios está allí.
Esto no significa que debamos dejar de luchar por ser la mejor persona que podamos ser, hacer el mejor esfuerzo posible y cumplir nuestros objetivos. Sólo significa que también debemos recordar que nuestros sueños son muy pequeños al compararlos con todo con lo que el Creador quiere bendecirnos. A veces, todo lo que necesitamos para sentir la abundancia de la Luz es simplemente entregarnos a ella.