Artículo publicado originalmente para la porción de la semana en el 2019.
En la porción de Nitsavim de esta semana, Moshé le habla al pueblo del Pacto en el cual ellos decidieron entrar con el Creador. Él les revela que a partir de este día, debido a que les dieron la oportunidad de elegir, deben escoger la vida. De todo lo que aprendemos en la porción de esta semana, hay un concepto interesante que me gustaría compartir con ustedes, especialmente ahora que entramos en este período de siete días que nos lleva a Rosh Hashaná, unos de los días más poderosos del año.
"Recuerda que hoy es el ayer de mañana".
Los seres humanos tenemos la tendencia a recordar lo que hicimos o a anticipar lo que vamos a hacer. Incluso ahora que nos preparamos para Rosh Hashaná, el día en el que nuestra vida será expuesta ante el Creador y se decidirá si tendremos o no una vida llena de felicidad y maravillas, recordamos las cosas que deseamos haber hecho de manera distinta y nos imaginamos a la persona en la que queremos convertirnos. Este proceso me dejó con una pregunta: ¿qué ocurre con el ahora, hoy, el presente?
¿Somos como aquel hombre que trabaja durante treinta años en una profesión que no le gusta porque algún día, cuando tenga cincuenta años, se tomará el tiempo para disfrutar su vida? ¿Quién dice que tendrá treinta años para hacerlo?
"Ya que una vida sin alegría, no es vida en absoluto".
No es fácil vivir verdadera y sinceramente en el presente. Levantarse cada mañana y decir: “¡Qué día tan hermoso! ¡Qué espectacular tener ojos para poder ver el amanecer!”. Claro, puede que no todo sea exactamente como quisiéramos que fuera, y hay ciertas cosas que debemos hacer aunque no queramos, pero si buscamos seriamente, hay mucho por apreciar, mucha belleza que nos rodea, mucho por lo cual estar agradecido y mucho por compartir.
Creo que eso es lo que significa vivir en el presente. ¡Esto es lo que significa escoger la vida! Ya que una vida sin alegría, sin decidir consciente y activamente ver la belleza y las bendiciones que nos rodean en el presente, no es vida en absoluto.
Por favor, no me malinterpretes. Estos días antes de Rosh Hashaná son importantes para que reflexionemos sobre nuestro pasado y visualicemos cómo queremos ser en el futuro. Sin embargo, es igual de importante recordar que hoy es el ayer de mañana y puede ser la semilla de algo que querremos desarraigar en el futuro o la semilla que estaremos felices de haber sembrado.
Usemos la energía que está en el universo en este y todo momento para ayudarnos a ser más conscientes de la Luz que siempre nos rodea. No esperemos a ser mejores personas, ascendamos a la mejor versión de nosotros aquí y ahora. No demoremos nuestra alegría, no esperemos a que una circunstancia externa nos haga sonreír. Escojamos la vida ahora.