“Mi novia dice que estoy bien como soy”.
¡Ésta es la respuesta que obtuve recientemente después de preguntar a un estudiante de Kabbalah qué sentía que necesitaba mejorar acerca de sí mismo! Aunque no hay nada de malo en la admiración de esta dama por su hombre, si quisiéramos convertirnos en la persona que realmente queremos ser, esta respuesta simplemente no ayudaría.
Un mesero que no estudiaba Kabbalah se le acercó una vez al Rav, éste mesero no conocía al Rav Berg y nunca había escuchado acerca del Centro de Kabbalah. El mesero le dijo al Rav Berg: “Siento que usted es alguien lleno de sabiduría y entendimiento, así que: ¿puedo hacerle una pregunta? ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA VIDA?”. EL Rav respondió: “Nacer siendo una persona y terminar siendo otra persona diferente”. En la Kabbalah, esto es llamado el proceso de Tikún o corrección espiritual. Cuando cambiamos, la realidad a nuestro alrededor tiene que cambiar también.
La porción de la Torá llamada Yitró y su energía puede asistirnos para que nos transformemos en la mejor versión de nosotros mismos, alcanzando así lo que el Rav Berg compartió como nuestro propósito en la vida.
Yitró, el suegro de Moisés, era el sumo sacerdote de Midián y era un maestro de lo oculto. Esto indica que él estaba utilizando la energía del universo para propósitos negativos y egoístas en lugar de para el beneficio de otros.
En la porción de Yitró, este hombre (que empezó como un individuo extremadamente negativo) se transformó completamente, incluso hasta el punto de tener el consejo y la visión que el mismo Moisés llegó a desear. El hecho de que existe una porción completa en la biblia que recibe su nombre es una indicación de su enorme logro. Imagina que conoces a alguien que solía ser un violento traficante de drogas y ahora es un médico, esto sería nada en comparación a la transformación de Yitró.
¿Qué era diferente y único acerca de Yitró y qué le permitió cambiar?
Incluso cuando era un sacerdote de Midián, Yitró nunca estuvo satisfecho consigo mismo. Si le preguntabas a Yitró qué necesitaba cambiar para mejorar, él nunca te habría dicho: “Mi novia dice que estoy bien como soy”. Él continuamente buscaba la verdad y estaba abierto a escuchar y oír los consejos y las retroalimentaciones. La porción incluso comienza con las palabras “Yitró escuchó”. Para alcanzar nuestro propósito en la vida, el cual es cambiar, necesitamos estar abiertos a los comentarios de otros que nos ayuden a mejorar. Quizás algunas personas en nuestra vida dirían que nos quieren como somos, pero pregúntate a ti mismo esto: ¿la persona que soy ahora es la persona que verdaderamente quiero ser?
Yitró estaba siempre abierto al cambio, pero fue sólo cuando escuchó acerca del milagro de la guerra de los israelitas con Amalek (lo cual es un código para la superación de toda duda e incertidumbre) que fue al desierto a encontrase con Moisés. Si bien la duda es una parte natural y saludable en la transformación de cualquier persona, el Rav Berg dijo que “la duda es un lujo que no nos podemos permitir tener”, lo que quiere decir que está bien tener dudas, pero no está bien regodearnos en ellas y quedar atascados para siempre. Aún sabiendo lo difícil que es vencer las dudas, Yitró escuchó que los israelitas habían vencido las dudas que tenían y se convenció finalmente del poder que tenían.
Ésta es una gran historia de transformación que podemos admirar, pero nosotros no estamos en el nivel de Moisés, Yitró o los israelitas en aquélla época. Así que, ¿cómo alcanzamos el nivel de certeza requerido para cambiar completamente?
El Rav Berg dijo en una lección acerca de la porción de Yitró que sólo porque existe el Zóhar (el texto principal de la Kabbalah) tenemos oportunidad de cambiar en la actualidad. No hay esperanza sino escaneamos (hacemos conexión visual con) el Zóhar cada día. No hay esperanza de que cambiemos ni esperanza de que tengamos compasión por otros con quienes estamos en desacuerdo. Desafortunadamente, siempre parece haber una excusa para no utilizar el Zóhar cada día. Los ejemplos clásicos incluyen: “tengo cuestiones mucho más importantes que atender ahora, así que ¿realmente tiene valor dedicar este tiempo a conectar con el Zóhar?” O: “¿por qué estoy leyendo/escaneando el Zóhar cuando no entiendo ni una sola palabra?”.
En la introducción a los 23 volúmenes del Zóhar, el Rav Berg escribió acerca de nuestro ego/Oponente: “él nunca dejará de intentar infiltrarse en nuestra mente. Hará todo esfuerzo para desalentarnos de leer o escanear el Santo Grial (El Zóhar). El Oponente sabe que la Luz atraída hacia nuestro nivel subconsciente de la realidad eliminará la oscuridad, la incertidumbre y la toma de malas decisiones que traen caos a nuestra vida”.
Si tenemos la fuerza de voluntad y el enfoque para escanear una parte del Zóhar cada día, entonces podemos ganar fuerza y certeza para convertirnos en la persona que queremos ser y para comenzar a disfrutar nuestro crecimiento espiritual más y más.