Dar la bienvenida a la Luna Nueva de Capricornio suele sentirse como una sacudida cuando nos despedimos de la abundante energía y la Luz milagrosa de Sagitario. A medida que nos acercamos al final de Janucá, comenzamos a dirigir la mirada hacia el final del año o —más apropiadamente— para Capricornio, el comienzo de uno nuevo.
¡Ya puedo escuchar la prisa de la lista de quehaceres, la organización del calendario y contestar correos electrónicos!
Sin embargo, este regreso a la productividad no tiene por qué ser algo malo. Capricornio es un signo de determinación, estabilidad y crecimiento constante. Está regido por Saturno, un planeta gélido que emite el doble de energía de la que recibe del Sol y, al mismo tiempo, tiene una órbita solar de 29 años y medio. Saturno simboliza los límites, las restricciones, la oposición y la estructura. Lo que esto crea para nosotros este mes es la energía necesaria para comprometernos con nuestra visión a largo plazo con una ambición inquebrantable y una paciencia impenetrable (¿recuerdas esa órbita de 29 años y medio?). Las personas nacidas bajo este signo son muy trabajadoras y tienen una disciplina increíble; son responsables, confiables y… les encanta tener el control.
Este mes tiene que ver con el control, pero más específicamente con la naturaleza paradójica del control: para tener el control, debes renunciar a la necesidad del mismo. Cada mes trae su propio conjunto particular de oportunidades para que aprovechemos y desafíos para que los usemos para crecer. El desafío inherente al mes de Capricornio es este: entregarse.
Es importante tener en cuenta que entregarse no es fácil para nadie, sin importar el signo bajo el que hayas nacido, pero todos podemos beneficiarnos de su práctica. ¿Acaso no es perfecto que este cambio de guardia enérgico se produzca en medio de una festividad diseñada para ayudarnos a atraer bendiciones?
Atraer bendiciones y tener certeza en el Creador son cosas requieren disciplina. Todavía bajo la abundante Luz de Sagitario, quizá hayas tenido un atisbo de expectativa sobre cómo se manifestarán tus bendiciones. Tal vez, a medida que los sentimientos expansivos desaparecen, te preguntes si lo estás “haciendo bien”. Si es así, está bien; a todos nos ha pasado. Todos hemos querido sentirnos en control de lo que viene, pero independientemente, es posible que no tengamos esa capacidad. Ser disciplinado en manifestar bendiciones significa ser lo suficientemente disciplinado como para nombrar nuestros deseos, soltar y confiar.
La idea de soltar da miedo, pero la periodista Jill Sherer Murray insiste en que soltar en realidad te hace indetenible en la búsqueda de lo que realmente deseas. Desde poner fin a una relación insatisfactoria de doce años hasta documentar su pérdida de peso en la revista Shape para seis millones de lectores, Jill atribuye todos sus éxitos a la capacidad de soltar. En una charla TEDx, explica cómo soltar creó espacio en su vida para las cosas que de verdad quería; la ayudó a estar presente y le permitió expresarse en todas las áreas de su vida como su ser completo y auténtico. De pronto, todas las cosas que había deseado profundamente —una relación comprometida, la carrera de sus sueños, salud física— comenzaron a manifestarse en su realidad.
El tipo de soltar que ella describe no es deshacerse de los elementos externos de la vida. Ella da crédito a cinco cosas que soltó y continúa soltando que han creado la libertad y la alegría que vive actualmente, y todas ellas comienzan en su interior. Cosas como dejar de tomar las cosas como algo personal, deshacerse de lo que piensan los demás, la necesidad de ser “perfecta”, de tratar de ser algo en lo que no eres bueno y dejar de esperar a que sea el momento adecuado.
¿Qué tienen estas cosas en común? Todos son ejemplos de nosotros tratando de tener el control de cosas que están inherentemente fuera de nuestro control. Cuando soltamos la necesidad de controlar cualquier otra cosa que no seamos nosotros mismos, nos entregamos y volvemos a poner nuestra confianza en el Creador. Reemplazamos el miedo por la certeza.
Una de mis parábolas kabbalísticas favoritas explica cómo esto ayuda a crear milagros en nuestra vida.
Un día, un famoso kabbalista, el Baal Shem Tov, caminaba con uno de sus estudiantes en medio de un bosque. Habían estado caminando bastante tiempo y todavía les quedaba mucho camino por recorrer. Mientras caminaban, el estudiante se tuvo cada vez más sed y le dijo al Baal Shem Tov: “Me voy a desmayar si no consigo un poco de agua enseguida”. El Baal Shem Tov se volvió hacia él y le dijo: “¿Tienes la certeza de que la Luz del Creador siempre supo que este día ibas a tener sed e ibas a necesitar agua?”. El estudiante tenía sus dudas, y no quería mentirle al Baal Shem Tov, pero deseaba tener ese nivel de certeza, así que respondió: “Tengo absoluta certeza”.
Unos momentos después, un hombre con una cubeta de agua sobre los hombros pasó desde la dirección opuesta. El Baal Shem Tov lo llamó y le preguntó si podía compartir. Curioso, el Baal Shem Tov preguntó: “¿Qué estás haciendo aquí en medio del bosque con una cubeta de agua?”. El hombre respondió: “Mi patrón estaba actuando de forma muy rara hoy. A pesar de que tenemos un pozo muy cerca, me dijo que necesitaba agua de un pozo que está al otro lado del bosque. Así que heme aquí, llevándole esta agua”. El Baal Shem Tov le dijo a su alumno: “¿Ves? Cuando tienes una certeza constante en los milagros, te sucederán todo el tiempo”.
Cuando el estudiante dejó de preocuparse por el “cómo”, el milagro se manifestó ante sus ojos. Las bendiciones de Jill Sherer Murray también se manifestaron en su vida cuando dejó de controlar cómo llegaban.
Cuando queremos despertar milagros, grandes o pequeños, tenemos que ceder todo control y dejar de pensar que depende de nosotros. No atraeremos bendiciones y milagros de esta manera; nuestra certeza y confianza en el Creador es lo que crea la apertura. Esto no solo se aplica a los milagros y a la manifestación de nuestros sueños, sino a cada elemento de nuestra vida cotidiana, incluyendo las cosas no tan fantásticas como los plazos a cumplir, los horarios escolares, las remodelaciones del hogar y, sí, los correos electrónicos que esperan una respuesta.
¿Te imaginas la paz que sentirías si te ocuparas solo de las cosas que puedes controlar? Fijarte una meta, hacer una lista de quehaceres y dar lo mejor de ti. Así es como afrontamos la vida bajo sus términos. Habrá altibajos, pero cuando confías en el proceso, se convierte en una hermosa e inspiradora danza entre el Universo y tú.
Conéctate con esta Luna Nueva poniendo tu mirada en todo lo que te gustaría manifestar, luego suelta el cómo y regresa a la alegría que está presente en este momento.
