Mientras damos la bienvenida a la Luna Nueva de Capricornio, decimos adiós a la abundante energía y la Luz milagrosa de Sagitario. Esto podría sentirse un poco brusco teniendo en cuenta que todavía quedan tres noches de Janucá, pero lo veo como un cambio favorable en la marea energética.
Capricornio es un signo de determinación, estabilidad y crecimiento constante. Está regido por Saturno, un planeta gélido que emite el doble de energía de la que recibe del Sol. Energéticamente, Saturno representa límites, restricciones, oposición y estructura, ¡lo que no suele estar en la lista de cosas favoritas de nadie! No obstante, sin ellos, no podemos crecer y evolucionar, no somos capaces de manifestar ni crear nada y, aunque lo hiciéramos, tendríamos problemas para encontrarle sentido. Es aquí donde reside su poder…
Este mes nos trae la energía necesaria para comprometernos con nuestra visión a largo plazo y llevarla a cabo, para una ambición inquebrantable y una paciencia infranqueable. Las personas nacidas bajo este signo asumen con naturalidad el trabajo duro y tienen una disciplina increíble; son responsables, confiables… y les encanta tener el control.
El desafío de este mes tiene que ver con el control, pero más específicamente sobre la naturaleza paradójica del control: para obtener el control debes renunciar a tu necesidad de él. ¿Cómo afrontamos este desafío? Al elaborar nuestros planes, soñar en grande, entrar en acción y luego… entregarnos por completo.
Bien, esto no es fácil para nadie, sin importar el signo bajo el que haya nacido. Pero también significa que cualquiera puede beneficiarse de esto, por lo que este mes es el momento perfecto para practicar. Tampoco puedo dejar de señalar la elegancia de cómo este cambio de guardia energético se produce en medio de una festividad diseñada para ayudarnos a atraer bendiciones.
Al observar la festividad de Janucá que todavía brilla con la abundante Luz de Sagitario, tal vez hayas sentido una chispa de expectativa sobre cómo se manifestarán tus bendiciones. Tal vez esperes “hacer las cosas bien”, como un medio para manejar un resultado específico. Si es así, no pasa nada; a todos nos ha pasado. Todos hemos querido sentirnos en control del resultado, pero, a pesar de todo, no es nuestro trabajo. Nuestro único trabajo real es soltar y confiar.
La idea de soltar es aterradora, pero la periodista Jill Sherer Murray insiste en que soltar en realidad te hace indetenible en la búsqueda de lo que verdaderamente deseas. Desde terminar una relación de doce años hasta documentar su pérdida de peso, Jill atribuye sus éxitos a su capacidad de soltar. En una charla TEDx, explica cómo soltar creó espacio en su vida para las cosas que verdaderamente quería; la ayudó a estar presente y le permitió mostrarse en todas las áreas de su vida como su ser completo y auténtico. De pronto, todas las cosas que había deseado profundamente —una relación comprometida, la carrera de sus sueños, la salud física— comenzaron a manifestarse en su realidad.
La forma de soltar que ella describe no es liberarnos de los elementos externos de la vida. Ella da crédito a cinco cosas que soltó, y continúa soltando, que han creado la libertad y la alegría que vive actualmente. Alerta de spoiler: todas esas cosas vienen de adentro. Ella decide soltar el tomarse las cosas a modo personal, la preocupación por lo que piensen los demás, la necesidad de ser “perfecta”, tratar de ser algo que no es y esperar a que sea el momento adecuado.
¿Qué tienen en común estas cosas? Todos son ejemplos de cuando tratamos de tener el control de cosas que están inherentemente fuera de nuestro control; especialmente cuando, al fin y al cabo, estas preocupaciones no son importantes. Cuando soltamos la necesidad de controlar, nos entregamos y volvemos a depositar nuestra confianza en el Creador, reemplazando el miedo con la certeza. De hecho, tengo una parábola favorita que ilustra los milagros que abundan a través de la magia de soltar.
Un día, el Kabbalista el Baal Shem Tov caminaba con uno de sus estudiantes para cruzar un bosque. Habían estado caminando por mucho tiempo y todavía les quedaba bastante camino por recorrer. Mientras caminaban, el estudiante tenía cada vez más sed y le dijo al Baal Shem Tov: “Voy a desmayarme si no consigo un poco de agua inmediatamente”. El Baal Shem Tov se volvió hacia él y le dijo: “¿Tienes certeza de que la Luz del Creador supo desde siempre que este día ibas a tener sed y necesitar agua?”. El estudiante tenía sus dudas, y aunque no quería mentirle al Baal Shem Tov, sí quería tener ese nivel de certeza. Así que, tratando de ser optimista, él respondió: “Tengo total certeza”.
Unos momentos después, un hombre con una cubeta de agua al hombro se acercaba desde la dirección contraria. El Baal Shem Tov lo llamó y le preguntó al hombre si podía compartir. Curioso, el Baal Shem Tov preguntó: “¿Qué estás haciendo aquí en medio del bosque con una cubeta de agua?”. El hombre respondió: “Mi empleador estaba actuando de forma muy extraña hoy. A pesar de que tenemos un pozo muy cerca, me dijo que necesitaba agua de un pozo que está al otro lado del bosque. Así que aquí estoy, llevándole esta agua”. El Baal Shem Tov le dijo a su alumno: “¿Ves? Cuando tienes una certeza constante en los milagros, te sucederán todo el tiempo”.
Cuando el estudiante dejó de preocuparse por el “cómo”, el milagro se manifestó ante sus ojos. No es necesario ser el estudiante de un gran kabbalista para vivir esto, lo mismo le sucedió a Jill Murray Sherer.
Ningún milagro ocurre de forma pasiva, tenemos que participar. Al despedirnos de la energía milagrosa de Sagitario y agradecerla, te invito a recibir con los brazos abiertos la energía perspicaz y estable de Capricornio. Permite que este mes te muestre todas las formas en que tener un plan, determinación y paciencia te llevará a donde realmente quieres ir; luego entrégate y permite que el Creador te revele el camino, las bendiciones y los milagros.