Antes de tener el mérito de conocer la sabiduría de la Kabbalah, solía preguntarme: ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Por qué estamos aquí? ¿Y qué significa la felicidad para mí? Aun después de veinticinco años de estudiar la sabiduría de la Kabbalah, me encuentro haciendo esas mismas preguntas una y otra vez. No es fácil encontrar respuestas a preguntas difíciles, pero al entrar en el ámbito de la Luz oculta en el mes de Piscis, podríamos hallar algunas respuestas.
Piscis, el duodécimo signo del Zodíaco, concluye el calendario astrológico con un mes de energías poderosas, un mes de redención. Piscis es un signo oculto.
Mientras que Cáncer nos representa ante la playa y Escorpio nos representa ante las aguas subterráneas, el signo de Piscis nos representa ante un océano o un río. Cuando miramos el océano, podemos disfrutar la energía del agua. Puede ser calmante, relajante y darnos una sensación de paz; o puede ser feroz y tormentosa. De cualquier manera, no se puede ver lo que ocurre bajo el agua, un mundo que está lleno de misterios hermosos y fascinantes, incluso peligrosos.
El agua es el hogar de los peces (Piscis). Por lo tanto, no podemos conocer verdaderamente lo que ocurre bajo la superficie. Quizás estaremos sintiendo un deseo de encontrar la divinidad en nuestra vida, o ver los milagros que tal vez no existan siquiera, o sentirnos unificados con los demás signos del Zodíaco y emerger como una sola alma: el alma de Adán, de la cual todos somos parte. Quizá anhelemos conectarnos con nuestra chispa divina; tal y como dice Bruce Springsteen: “No puedes encender una fogata sin una chispa”.
Esta Luna Nueva hay seis cuerpos celestes en Acuario, incluyendo el Sol y la Luna (a veintitrés grados y dieciséis minutos). Esto le da mucho poder al signo de Acuario. Acuario, “la cubeta”, es la vasija que contiene agua o abundancia, y la comparte con los demás. En el tarot, Acuario es la baraja de la estrella, la dama que busca agua en el río con el fin de compartirla. Es considerada como la baraja de la esperanza. En la astrología, Acuario rige la undécima casa, que representa la esperanza y las aspiraciones.
Si bien Acuario nos conecta con la esperanza, Piscis nos conecta con lo divino. Cuando queremos tener esperanza, ¡significa que debemos creer! Creer en los milagros ocultos y en la protección divina. En el milagro de Purim vemos una historia simple. No hubo un gran milagro; no se dividió ningún mar, ningún aceite duró ocho días, el Sol no se paralizó. Es tan solo la historia de una reina que invita al rey y al villano a beber algo, ella le cuenta al rey los planes del villano y el rey ordena que lo maten. No parece ser un gran milagro.
Debemos creer que el Creador está con nosotros en cada momento, en especial cuando pareciera que el mundo ha enloquecido. Podemos cambiar nuestra historia a una gran historia con ángeles y milagros. Acuario es el futuro. Podemos cambiar nuestra historia por un futuro mejor. Mercurio retrógrado en Acuario nos recuerda los sueños que perdimos y que nos gustaría reavivar.
Venus y Júpiter son los dos planetas beneficiarios que representan el amor y el dinero, la sabiduría y la verdad, la seguridad y la abundancia. Ambos planetas están en conjunción en el signo de Acuario (a doce grados), lo que nos permite conectarnos con su poder. Marte está en Tauro en cuadratura (un aspecto difícil) con el stellium en Acuario. Marte en Tauro quiere que conservemos lo que poseemos aunque sea momento de soltar. Y Acuario consiste en soltar y desprenderse. Recuerda: para conectarnos con el infinito y forjar un nuevo camino en nuestra vida, habrá cosas de las que tendremos que despedirnos, como antiguos sistemas de creencias, desesperación, mentalidad de víctima, acusar a los demás, venganza, dudar de uno mismo, etc. Piscis es un signo de redención, divinidad, intuición, bondad, fertilidad, amor, abundancia y éxito. Piscis es el signo de los milagros. Los sueños sí se pueden hacer realidad.
Siempre recuerda que la Luz y la oscuridad operan con la misma intensidad. ¿Con cuál deseas conectarte?
¡Jódesh tov!