En esta sección Moisés estaba preocupado por el hecho de que los israelitas no creyeran que él se había comunicado directamente con Dios. Lo que podemos tomar de esto es que, en esencia, se está hablando de la humanidad hoy en día. Moisés decía que si los israelitas no lo escuchaban, ¿cómo lo haría el faraón? En un nivel, estos versículos nos enseñan que primero debemos atacar nuestros propios problemas antes de enfrentar problemas más grandes. Primero debemos convencernos de la pureza de nuestras intenciones y nuestra sinceridad antes de encargarnos del mundo.
El Zóhar explica que si bien Moisés expresaba la humildad de su naturaleza a través de sus palabras a Dios, él decía que los israelitas no estaban familiarizados con su nivel de conciencia. Él suponía que sus palabras no significarían nada para ellos, ya que su entendimiento estaba más allá de las palabras, la Luz que no está en la realidad física. No podemos obtener milagros sin entender que la parte metafísica y no racional de nuestra conciencia es el único aspecto que eliminará la oscuridad de nuestra vida.
Es importante entender el porqué del momento en el que Dios le dijo a Moisés que debía hablar con el faraón, Moisés le respondió que él tenía “Labios incircuncisos”. Sin pensar por un momento en las distintas explicaciones, ¿por qué usó la palabra “incircuncisos”? La circuncisión es una práctica, si en la Biblia quería indicarse que él tenía un problema del lenguaje, ¿por qué no se dice que era tartamudo? ¿Por qué usar el término “incircuncisos”?
Esta es una increíble lección del Zóhar. Hasta la Biblia dice que Dios tuvo que recordarle a Moisés que Él lo creó, creó su boca y creó a la humanidad. Dios le dijo a Moisés, “Si te digo que hables con el faraón, ¿por qué no confías en mí?”. ¿Por qué no le dio Dios a Moisés la habilidad de hablar inmediatamente? Dios tuvo que decirle tres veces a Moisés que fuera a hablar con el faraón y él seguía respondiendo que tenía “labios incircuncisos”. ¿Qué clase de diálogo es éste? Parece tonto.
Hay una fuerte lección en esto, el Zóhar dice que no estamos hablando de verdaderos labios ni de una circuncisión, sino sobre lo que es la circuncisión. El Zóhar dice que hay dos lados de cada expresión. Sabemos cuál es el poder de las palabras, a veces decimos cosas sin querer. Cada palabra posee dos partes: el sonido o nota y la formación de la palabra. La música consiste en sonidos, las notas pertenecen a un nivel más elevado que las palabras. Por esta razón, la música tiene más calidad que las palabras. Y, a su vez, es por eso que las notas no aparecen en el rollo de la Torá. El Zóhar dice que los sonidos y las notas son Zeir Anpin y que los labios son la manifestación física, es decir, el nivel de Maljut.
El Zóhar dice que esta conversación entre Dios y Moisés se trata de un contraste entre la dimensión física y la espiritual. Cuando Dios le dijo a Moisés que tenía que hablar con el faraón y él le respondió con la excusa de los labios incircuncisos, Moisés quería enseñarnos una lección. Los labios, tal y como el prepucio, contienen la concentración de la energía de Satán.
Como dice el antiguo proverbio kabbalístico: cuando hablamos, lo que proviene de nuestro corazón llega al corazón de otra persona. A veces hablamos y hablamos y lo que decimos cae en oídos sordos. Cuando la comunicación no se realiza, podría ser porque no proviene del lugar correcto o que las palabras no pueden ser expresadas o no pueden llegar al nivel de Maljut, por eso los oídos se cierran y la persona también. Mi maestro, Rav Brandwein, decía que algunas palabras no están hechas para ser comprendidas y que algunas personas no están aquí para escucharlas. El diálogo entre Dios y Moisés es sobre la voz y las palabras. Los israelitas no podían oír a Moisés porque él venía de un nivel superior que ellos aún no habían alcanzado.
Toda esta conversación entre Dios y Moisés ocurre justo antes de que se le impusieran las plagas al faraón, es por eso que Aarón tuvo que hablar en lugar de Moisés.