Este artículo fue publicado originalmente en 2020.
La porción de Vaerá comienza con: “El Creador le dice a Moshé, ‘Me revelé ante Avraham, Yitsjak y Yaakov en un nivel de Luz, en un nivel de conexión. Pero en este alto nivel de conexión no hice que Me conocieran”. Así que los kabbalistas preguntan: ¿qué secreto le da el Creador a Moshé en esta frase? Y lo que es más importante, ¿qué entendimiento y secreto queremos recibir de dicha frase?
“El Creador está hablando a través de nosotros”.
Para responder esto, me gustaría compartir una enseñanza del Pri HaAretz, el libro que tiene una recopilación de las enseñanzas de Rav Menajem de Vitebsk; el libro del que Rav Brandwein estudiaba cada porción semanal. Es una sección larga, pero voy a concentrarme en el punto que tiene que ver con el habla; específicamente, el habla de la oración y el estudio. Las palabras originales del Rav Menajem de Vitebsk en hebreo son muy bellas y poderosas. Él pregunta: “Cuando una persona ora, ¿cree que es ella quien habla, quien dice las palabras de la oración o las palabras de conexión?”. Porque, según Menajem de Vitebsk, debemos tener mucho cuidado en no hacer eso.
Mientras decimos cualquier palabra de oración, conexión o enseñanza, nuestra conciencia debe ser que no seamos nosotros los que hablemos, sino que el Creador está hablando a través de nosotros. Nuestro pensamiento debe ser que no son nuestras palabras las que salen de nuestra boca, sino las palabras del Creador. Y si logramos mantener la conciencia constante de que no es nuestra boca la que habla u ora sino la boca del Creador, entonces Rav Menajem de Vitebsk nos dice que estamos creando un nuevo mundo con cada palabra que sale de nuestra boca para orar, estudiar o enseñar. Así como dice en Salmos que con las palabras de Dios se crearon los cielos y la tierra, de la misma manera nostros podemos crear un mundo nuevo con cada palabra u oración que decimos si somos capaces de recordar que no somos nosotros quien está hablando, sino que es el Creador hablando a través de nosotros… ¡Imagina la diferencia entre que nosotros pidamos que la Luz se revele, por ejemplo, versus que lo haga el Creador! Cuando sabemos que es la voz del Creador la que habla, y no nosotros, en ese momento somos tan poderosos como para crear nuestro mundo. Y al hacerlo, cada palabra que digamos será aún más poderosa de lo que podamos imaginar.
“Nos conectamos con la Luz infinita”.
Por eso Menajem de Vitebsk dice que si simplemente tenemos la conciencia de que es la Luz del Creador la que habla a través de nuestra boca, entonces sin importar quiénes seamos o nuestro estado espiritual, la Luz del Creador trae sanación, protección o aquello por lo que oremos. Además, cuando una persona no se involucra con lo que dice sino que sabe que la Luz del Creador habla a través de su boca, se conecta inmediatamente con la Luz infinita y la Luz simplemente fluye a través de ella. Esto es lo que Menajem de Vitebsk explica que es el secreto de Shabat Vaerá.
En el inicio de la porción Vaerá dice que la diferencia entre Moshé, Avraham, Yitsjak y Yaakov fue que a Moshé se le dio, en este Shabat, la habilidad de convertirse en la boca del Creador, mientras que Avraham, Yitsjak y Yaakov, aunque estaban en un nivel muy alto, solo pudieron traer sanación a través de su propio poder, de sus propias bocas. Por lo tanto, lo que ocurre en Shabat Vaerá es la habilidad de conectar la boca de Moshé con la boca del llamado Yud Hei Vav Hei, el Nombre de Dios de cuatro letras, la infinita Luz del Creador. Tenemos que entender que Moshé era una persona muy poderosa, aún antes de recibir ese don en este Shabat; él podía despertar gran cantidad de Luz, pero no Luz infinita. Entonces, lo que cambia en Shabat Vaerá es que Moshé recibe la conexión de su boca con la boca del Creador: la conciencia de la que hablaba Menajem de Vitebsk y que ahora nosotros también tenemos la posibilidad de recibir. Primero le fue dada a Moshé, ahora pasa de Moshé a todos nosotros; conectar nuestra boca con la boca del Creador para que podamos traer bendiciones infinitas.
Aprendemos de esta enseñanza cuán importante es que todo lo que digamos sea con esta conciencia. Cuando oramos, hacemos nuestras conexiones, leemos el Zóhar, cuando enseñamos, tenemos que recordar constantemente que no es nuestra boca la que habla sino la boca del Creador. Y si podemos, como Menajem lo llama, “practicar” esto y entrenarnos en este sentido, entonces nos conectamos con la Luz infinita y nuestras oraciones, estudio y enseñanza se vuelven infinitamente más poderosos.
En Shabat Vaerá recibimos la capacidad de que solo con nuestra conciencia conectemos nuestra boca con la boca del Creador, decir palabras que en consecuencia puedan traer Luz infinita.