La Biblia enfatiza una y otra vez que hay una fuerza dentro de nosotros que nos obliga a comportarnos de una manera determinada y que es casi imposible liberarnos de dicha fuerza. En el Mar Rojo los hijos de Israel oraron a Dios. Es obvio que tenían un gran problema, los egipcios los estaban persiguiendo y tenían el mar frente a ellos. Aquí encontramos la conocida frase de Dios: ¿Ma titsak Elái? “¿Por qué clamas a Mí?”.
"Dios nos dio las herramientas con las que podemos darle forma a nuestro destino."
El Zóhar hace la misma pregunta y responde diciendo que los israelitas recibieron las herramientas con las que podían eliminar completamente el caos, incluyendo la muerte: los 72 Nombres de Dios. El Zóhar dice que la postura de Dios era que la gente tenía que encargarse de la eliminación del caos, no era Su trabajo. Dios no trajo al mundo a los israelitas, ni a nosotros, para abandonarnos. Dios nos dio las herramientas con las que podemos darle forma a nuestro destino. Sin embargo, hay otro aspecto de la naturaleza de la humanidad, la Inclinación al Mal, que busca el caos que puede traer miseria a la vida del individuo. Es lo que nos lleva a realizar ciertas acciones aun cuando sabemos que están mal. Debemos saber que esto existe; es una guerra que enfrentamos a diario. Si no somos conscientes de esta Inclinación al Mal, somos como una persona que está sentada en el campo de batalla mientras las bombas explotan a su alrededor, piensa que no hay guerra y que está en el paraíso.
“Existe un fenómeno conocido como mente sobre materia y podemos conectarnos con él a través de los 72 nombres de dios."
Estudiar la porción Beshalaj nos da la capacidad de conectarnos con la conciencia de los israelitas al momento de la división del Mar Rojo: mente sobre materia. Al acercarnos a la sección de los 72 Nombres de Dios en Éxodo 14:19, 20, 21 podemos programar nuestra mente con el hecho de que existe un fenómeno conocido como mente sobre materia y podemos conectarnos con él a través de los 72 Nombres de Dios.
Cada uno de nosotros también debe preguntarse por qué merecemos este conocimiento que puede eliminar el caos.
Yo, personalmente, sé que cuando tenemos la conciencia de certeza podemos deshacernos de la duda.