El mes de Piscis es una conexión espiritual con la felicidad y es conocido por ser uno de los meses más positivos del año. Claro, el aspecto interesante de la felicidad es que no importa cuánta felicidad tengamos en nuestra vida, siempre estaremos dispuestos a recibir más. La gran pregunta del mes es: ¿Cómo me conecto con esta potencial abundancia? ¿Cómo puedo aprovechar esta energía de felicidad?
Los piscianos suelen ser personas muy emocionales y su desafío es no dejarse llevar sólo por las emociones. Las emociones existen para ser sentidas y respetadas. Las emociones nos pueden guiar, sin embargo, también pueden provocar estragos si permitimos que dirijan todas las decisiones en nuestra vida sin el equilibrio de la lógica. Darle rienda suelta a nuestras emociones podría llevarnos al estrés, preocupación y pánico, aspectos contra los que muchos estamos luchando en este mes y que son provocados por la influencia de Piscis.
Como mi madre, Karen Berg, dice “El estrés es un indicador de que nos falta confiar más en el Creador”.
La felicidad es un resultado orgánico del hecho de aumentar nuestra certeza en el universo.
Con certeza todo es para mejor, aunque las cosas parezcan estar mal por un momento, este mes podemos eliminar cualquier obstáculo que esté impidiendo el flujo de energía hacia nuestra vida.