Esta semana nos trae el comienzo de Pésaj, y ayer, comenzamos el Conteo del Ómer, un período increíblemente potente y transformador de 49 días que comienza con Pésaj y termina con Shavuot. Me gusta referirme a este período, y de hecho a este proceso, como un maratón espiritual: acelera el crecimiento a través del trabajo personal concentrado.
El Kabbalista Rav Avraham Azulái escribió: “Cuando el mundo fue creado, también hubo una creación de 50 Puertas de Pureza y elevación, controladas por el Ángel Mijael y todos los ángeles que lo apoyan. Así, también, fueron creadas 50 Puertas de Impureza (Tumá) y oscuridad, que están controladas por el más negativo de los ángeles, el Sámej-Mem.
Este principio es paralelo a una verdad espiritual y existencial sobre nuestra vida: siempre estamos en movimiento. En cualquier momento dado, nos estamos moviendo hacia la negatividad o trabajando hacia la positividad. Digo “trabajando hacia” porque siempre depende de nosotros si nos elevamos a través de las puertas de la pureza o caemos a través de las puertas de la impureza. Elevarse implica trabajo. Caerse no.
Esto podría sonar desalentador, pero también es donde surge el verdadero poder del Conteo del Ómer.
El Arvéi Najal explica que, a fin de pasar por la siguiente puerta, debemos completar un ciclo de transformación de ocho días. Digamos que una persona comienza su proceso espiritual, y se encuentra entre las 50 Puertas de Pureza y las 50 Puertas de Impureza. Justo en el medio. Ella tiene la intención de crecer, y si hace su trabajo de conectarse espiritualmente y transformarse durante ocho días seguidos, habrá completado el proceso necesario para elevarse a la siguiente puerta de pureza.
El proceso del Conteo del Ómer nos permite elevarnos a través de una puerta en un segundo.
No solo acorta el tiempo que nos lleva pasar por la siguiente puerta, sino que también mejora la calidad de nuestro crecimiento espiritual. Cuando nos conectamos con esta herramienta espiritual, somos catapultados a través de una puerta entera —el esfuerzo de ocho días de trabajo puro— ¡instantáneamente!
Tal y como está escrito en el Arvéi Najal, este sistema de Conteo del Ómer es uno de los regalos más magníficos que el Creador nos da. No solo tenemos la capacidad de detener el proceso de caída (que es el propósito de Pésaj), sino que el Creador también nos dio un cohete propulsor en el proceso de elevarnos a través de las 50 Puertas de Pureza.
Entonces, ¿cómo lo hacemos?
La Kabbalah enseña que el Creador interactúa con el mundo humano a través de siete canales o Sefirot, y estos canales se reflejan en nosotros a través de 49 aspectos de nuestra personalidad. Los siete canales son los siete rasgos humanos básicos que constituyen la base de la experiencia humana. En la raíz de todo sufrimiento está la desalineación de uno o más de estos rasgos. A través del Conteo del Ómer, podemos realinearnos a medida que nos enfocamos en el rasgo específico de esa semana y el aspecto correspondiente de la humanidad. El Conteo del Ómer toma aproximadamente de cinco a diez minutos —todos podemos apartar diez minutos— cada noche durante las 49 noches entre Pésaj y Shavuot.
En términos prácticos, una semana se centrará en la emoción, y cada día de esa semana se dedicará a una forma en la que trabajamos con esa emoción. Por ejemplo, la primera semana se centra en el amor. El segundo día de esa semana se centra en el amor y la restricción. Al participar en la práctica, llegamos a pensamientos, palabras, acciones y circunstancias que nos ayudan a limpiar y crecer a través de todos estos rasgos y emociones específicos. A continuación, hay un resumen de la conciencia para cada semana del Ómer.
Semana 1, Jésed ~ Bondad amorosa: Esta semana se enfoca en las formas en que amamos, cómo damos amor y cómo recibimos amor. Es la energía pura de nuestro ser y la base de nuestra vida.
Semana 2, Guevurá ~ Justicia y disciplina: Esta semana, examinamos todas las formas en que revelamos nuestro amor a través de la lógica, la disciplina y el discernimiento. El amor requiere dirección y enfoque, que se encuentran a través de la restricción.
Semana 3, Tiféret ~ Armonía y compasión: Esta semana se basa en Jésed y Guevurá, explorando cómo enfocamos y revelamos el amor a través de la compasión, la honestidad y el altruismo.
Semana 4, Nétsaj ~ Resistencia: Esta semana, la atención se centra en nosotros mismos, examinando la ambición, el impulso y la tenacidad, y cómo equilibramos esos rasgos con paciencia y determinación.
Semana 5, Hod ~ Humildad: Esta semana, nos enfocamos en nuestra humildad. Durante Nétsaj, nos fijamos en lo que deseamos lograr; esta semana, traemos modestia a nuestras búsquedas. Miramos todas nuestras fortalezas, a la vez que recordamos que no provienen de nosotros, sino del Creador.
Semana 6, Yesod ~ Vinculación: Sobre la base de las primeras cinco semanas, que tratan principalmente con el yo, ahora miramos las formas en que nos conectamos y la calidad de esas conexiones, y evaluamos los vínculos de cada relación en nuestra vida y cómo se nutren esos vínculos.
Semana 7, Maljut ~ Soberanía y liderazgo: Finalmente, llegamos a Maljut, el estado del ser cuando los otros seis están alineados. Esta semana, nos centramos en todas las formas en que encarnamos el liderazgo y buscamos examinar nuestra independencia y confianza.
Al practicar y conectarnos con esta herramienta, podemos condensar el trabajo de 400 días en 49. Tal y como dijo Rav Berg acerca de la Kabbalah: es simple pero no fácil. El Conteo del Ómer es simple pero no necesariamente fácil. A medida que avanzamos por el Ómer, estaremos haciendo el trabajo. Se nos presentarán oportunidades en nuestra vida para crecer, y esta cambiará de maneras maravillosas, justo delante de nuestros ojos. Puede que no siempre sea cómodo, pero tu incomodidad será el primer indicador de que estás en el camino correcto.
A medida que contamos el Ómer, habrá una fuerte presión sobre nuestras almas. Pero, como he dicho antes, el nivel de oposición que experimentamos es igual al nivel de bendiciones que atraeremos. La pregunta es, en definitiva, si usamos esta presión como combustible para impulsarnos a través de las 49 Puertas de Pureza, o no. De cualquier manera, estos 49 días consisten en eso: presión. No hay otro momento, no hay otro período de días a lo largo del año, donde podamos lograr todo lo que es posible en estos 49 días.
Por último, los animo a ser amables consigo mismos durante este tiempo, a practicar la certeza y la confianza, y a conectarse de nuevo con la Luz cada vez que se sientan tensos, estresados o inseguros. Y recuerden: este regalo de transformación es uno que nos damos a nosotros mismos y al mundo entero.
