Estamos entrando en el mes de Siván, cuyo signo es Géminis o Teumim, los gemelos, dos seres iguales. Al entender lo que significa este signo, podemos aprender cuáles regalos están disponibles para nosotros durante este mes.
En el Zóhar, en el párrafo 18 de Bejukotái, dice algo que realmente es la base no sólo del regalo de este mes, sino también del verdadero trabajo espiritual y el entendimiento. Dice: “Una persona que hace el trabajo espiritual y hace acciones espirituales, y camina por el sendero espiritual, es como si creara a Dios”. La mayoría de nosotros pensamos que eso no puede ser cierto porque Dios, o lo que sea esa energía de Luz, ya existe y nuestro trabajo es conectarnos con ella y recibir lo que nos da. No obstante, el Zóhar nos dice aquí que no es como pensaríamos; más bien, el individuo que transforma, comparte y realiza acciones que entran en el ámbito del trabajo espiritual, crea a Dios. Además, el Zóhar agrega: “El Creador dice: ‘Si hacen el trabajo espiritual, es como si me estuvieran creando a Mí; me están formando’”. ¿Qué significa eso?
Así pues, la mayoría de la gente cree que esa Luz ya existe y que nosotros tenemos la opción de conectarnos a ella o no. Pero el Zóhar nos da una enseñanza muy importante aquí: cualquier Luz y bendición que recibamos, o Deseo de Recibir del reino espiritual, tiene que ser creado por nosotros. A través de nuestro trabajo, nuestra conexión espiritual y nuestras acciones de compartir, es como si creáramos la fuerza celestial que es llamada Dios.
A menudo pensamos: “Está bien, actuaré en modo egoísta, pero cuando ocurra algo y yo necesite ayuda, puedo hacer una acción de conexión o compartir para obtener la Luz y las bendiciones que necesito”. Pero así no funciona, porque en esa situación no hemos invertido en crear a nuestro Dios o fuente de energía. Por eso, no hay reserva de la que podamos recibir la Luz. Pero si a través de nuestro trabajo espiritual creamos la Luz celestial y la energía, la llamada fuente de Luz, entonces dentro de una semana o un mes cuando la necesitemos, podremos atraerla. Pero si no creamos activamente esa reserva, la fuente de bendiciones llamada Luz del Creador, entonces no hace ninguna diferencia despertarnos dentro de una semana o un año y de repente querer transformarnos y no ser egoístas, y luego necesitar las bendiciones.
Y esta enseñanza es el secreto del signo de Géminis. El símbolo de Géminis, como ya dijimos, son los gemelos, dos fuerzas iguales, una que refleja a la otra, lo cual representa el hecho de que nadie existe sin el otro; es decir, sólo hay fuente de Luz y bendiciones cuando la creamos. ¿Por qué debemos abstenernos de ser egoístas? Porque no queremos dañar nuestra fuente de Luz y bendiciones. ¿Por qué cada vez más queremos actuar en modo generoso? Porque sabemos que todas esas acciones crean nuestra reserva, una que no existe a menos que la creemos. Es paralelo, como los gemelos, y uno crea al otro; ese es el secreto del signo de los gemelos y, en consecuencia, del mes de Géminis.
Necesitamos entender que no es que esta fuente de Luz y bendiciones exista por sí sola y que nosotros a veces podamos elegir conectarnos o desconectarnos. No. Tenemos que crearla. No podremos atraer las bendiciones si hoy elegimos actuar de manera egoísta, actuar motivados por el ego o sin bondad; o si no creamos ese gemelo superior, esa fuente de Luz, la reserva de la cual nos interesa y necesitamos atraer Luz y bendiciones. Por lo tanto, uno de los regalos de conciencia que nos interesa despertar al entrar al mes de Géminis, y mantener a lo largo de él, es la claridad de los gemelos: en nuestras manos está crear nuestra reserva de bendiciones. Le damos energía y sustento, la fomentamos para que esas bendiciones regresen después y se manifiesten en nuestra vida. Es un gran regalo del mes de Siván, el mes de Géminis.