En la porción Emor del Zóhar aprendemos que cuando Dios reconoció que las cosas serían caóticas para la humanidad en el mundo físico, y que no íbamos a poder lidiar con el caos o mejorarlo por cuenta propia, Él creó eventos espirituales como Rosh Hashaná, Shavuot y Pésaj.
"Estas no son festividades religiosas, sino más bien indicadores de lo que está sucediendo actualmente en el cosmos."
En términos kabbalísticos, estas no son festividades religiosas, sino más bien indicadores de lo que está sucediendo actualmente en el cosmos; cada uno de estos eventos espirituales nos proporciona aspectos de la Fuerza de Luz de Dios para ayudar a eliminar la oscuridad, el caos y los obstáculos que nos impiden compartir la dicha.
Del Zóhar, en la porción Emor, recibimos la enseñanza de que en Rosh Hashaná no solo somos juzgados por nuestras acciones en esta vida, sino también por todas nuestras acciones de vidas pasadas que no hemos corregido. ¿Cómo sería posible salir ileso de esto?
Para hacerlo simple, lo explicaré usando la analogía de los árboles. En la primavera, los árboles florecen: vuelven a aparecer las hojas, los frutos; y después, de pronto, el árbol vuelve a la hibernación. El Kabbalista Rav Yitsjak Luria enseña que el Zóhar tiene una frase para esto —Matí veló Matí (Nota del editor: una frase aramea que literalmente se traduce como “Está ahí; no está ahí”, que se refiere a una paradoja), un concepto que explica: “la muerte por un momento y después restauración total”— que nos permite obtener otra infusión de la Fuerza de Luz de Dios. De acuerdo con el Zóhar, los árboles no entran en hibernación; en realidad se detienen y mueren. No obstante, antes de que la muerte pueda apoderarse de ellos, vemos que el árbol se marchita. Lo mismo sucede con los humanos. Necesitamos ver estos cambios en nosotros mismos; de lo contrario, no podríamos pagar por nuestras acciones negativas de esta vida y de vidas pasadas.
Matí Veló Matí: "La muerte por un momento y después retauración total".
El Zóhar dice que esto es lo que sucede en Rosh Hashaná; este evento espiritual nos da una oportunidad de conectarnos con el proceso del renacimiento, sin el cual la mayoría de nosotros no podría sobrevivir.
En Matí veló Matí, nos dice el Zóhar, están contenidos todos los secretos del universo.. Esta revelación nos proporciona un acceso a la inmortalidad, y la idea de que la inmortalidad puede ser una realidad; el concepto de inmortalidad todavía no ha dominado nuestro mundo físico porque solo observamos muerte permanente. Cuando hablamos de la inmortalidad, estamos hablando de la restauración; la muerte y la inmortalidad al mismo tiempo. Estos conceptos son difíciles de entender, incluso la muerte clínica es difícil de entender porque, una vez que sepultamos el cuerpo, decimos que desapareció; pero no ha desaparecido en absoluto. Nadie muere de lo que está escrito en el certificado de defunción.
Rav Shimón enseña a través del Zóhar que la gente no muere de infartos ni de ninguna otra razón, sino más bien porque hay una fuerza conocida como la fuerza de la muerte; esta fuerza es un sistema muy complejo que toma en cuenta todas las actividades de la vida de una persona y determina cuándo se manifestará la muerte. Por lo tanto, no estamos hablando de una cura para los infartos u otras aflicciones; una vez que la fuerza de la muerte haya sido eliminada de nuestro mundo, no habrá infartos o cánceres. Si no hubieramos aprendimos esto del Zóhar, nos habríamos perdido una oportunidad importante. Si esto no está en nuestra conciencia, no puede funcionar. Sin nuestra conciencia, nada puede ocurrir.