“La capacidad para mantener la certeza más allá de la lógica es la semilla de toda gran Luz”.—Michael Berg
Un hombre con problemas de salud decide adoptar un perro después de leer acerca de la influencia positiva que las mascotas pueden tener en nuestra salud y bienestar. Luego de mucha investigación, escoge una raza: golden retriever, que es una raza de perros gentil y fácil de entrenar. El hombre se entera de que un golden retriever se encuentra en albergue de animales en su comunidad y decide conducir hasta el lugar, emocionado por adoptar a su nueva compañía. Pero una vez que llega al albergue, nota al más dulce cachorro terrier mestizo. Los aspectos negativos de tener un terrier lo convencieron previamente de que esta no sería una raza compatible con él, pero los ojos enternecedores del cachorrito mestizo derritieron su corazón. El hombre salió del albergue con un nuevo amigo peludo a su lado, feliz, y también sorprendido, por el desenlace de la situación.
Cuando debemos tomar decisiones de vida importantes, por lo general nos tomamos el tiempo para sopesar todos los factores. Hacemos las investigaciones necesarias y consultamos con nuestros amigos más cercanos y con nuestros consejeros para así poder tomar la mejor decisión. Sin embargo, a pesar de todas las preferencias de nuestro cerebro lógico, a veces nuestras emociones ganan. Esto no siempre es algo malo.
Nuestras emociones son las que nos encienden. Son responsables por nuestros deseos más profundos y nos impulsan a trabajar más duro de lo que imaginábamos que podíamos trabajar para poder alcanzar nuestros sueños. Es más, nuestras emociones son las que hacen que trabajar por lograr nuestra meta nos dé satisfacción a nivel personal y espiritual.
Esto no quiere decir que debemos habituarnos a ignorar a nuestro cerebro racional. La lógica hace la toma de decisiones diarias nos sea más fácil y evita que pensemos de más sobre tareas simples y necesarias. Pero cuando se trata de decisiones que pueden impactar nuestro futuro de forma significativa o que pueden dejar una marca en la vida de otras personas, nos corresponde pensar fuera del campo de la lógica.
Se requiere de certeza para tomar decisiones con base en lo que sentimos que es verdad en lugar de en lo que pensamos que es verdad basados en evidencia. Esto es actuar desde nuestro corazón. Lo que lleva a las personas a asumir riesgos que desafían la lógica es la certeza en que sus acciones contienen el potencial para traer más Luz al mundo, para mejorar sus vidas y las vidas de las demás personas. Y aunque a menudo es sólo cuestión de suerte, el potencial es suficiente.
Tu cerebro lógico te dice que estudies contabilidad en la universidad, es una carrera viable con el potencial de tener un salario prometedor. Pero tu corazón anhela construir escuelas primarias en países en vías de desarrollo alrededor del mundo. Si la estabilidad financiera es una prioridad para ti, incorporarte al sector no lucrativo puede que no sea una decisión lógica. No obstante, te sientes motivado a ayudar a los niños y mejorar su calidad de vida. Puede que la mejor decisión para ti implique soltar el pasamano y dar un salto de fe para seguir a tu corazón. Esto es certeza más allá de la lógica, cuando todos los indicadores físicos te dicen que algo es riesgoso, incierto o exageradamente difícil, y sin embargo tú mantienes la certeza en que todo saldrá muy bien, como debería ser.
Los kabbalistas enseñan que algunos de los saltos más notables que alguna vez daremos están basados en la certeza más allá de la lógica. Cada gran encrucijada que encontramos en la vida es una oportunidad para llevar a nuestra conciencia más allá del temor y de la lógica. Nos pondremos bajo un gran riesgo emocional con el propósito de acoger la posibilidad de encontrar plenitud. Certeza más allá de la lógica es saber que sea cual sea el resultado, serás más fuerte y estarás mejor sólo por el hecho de asumir el riesgo.
Michael Berg dice: “La raíz de cada negatividad que alguna vez hemos despertado es la falta de paciencia, la incapacidad de mantener la certeza no sólo hasta el punto en el que tiene sentido tener certeza, sino mucho más allá de ese punto. Si quieres recibir verdaderos regalos, si quieres traer Luz de verdad a tu vida y al mundo, debes tener paciencia, pero paciencia con certeza más allá del punto en el que tu mente te lo permita, más allá del punto que la lógica te permita tener certeza. Pero si puedes mantener esa certeza… recibirás Luz, no sólo una bendición por ahora, sino una bendición que puede durar para siempre”.
A pesar de la investigación exhaustiva, el futuro dueño del perro tomó una decisión con su corazón; hizo a un lado el pensamiento racional y dio un salto, confiando en que su corazón no lo guiaría hacia el camino equivocado. Mantener la certeza más allá de la lógica nos lleva más allá del pensamiento racional hasta un mundo lleno de bendiciones, y las que mayor plenitud traen sólo se obtienen al asumir riesgos y hacer a un lado la lógica.
Es recomendable que recordemos que el Creador nunca regala las respuestas, es nuestro trabajo encontrarlas para poder aprender por nosotros mismos. A veces aprender requiere que soltemos el pasamano. Sabemos que la lógica es útil y a menudo necesaria en cuanto a decisiones cotidianas, pero en el momento en el que vamos más allá de la lógica, damos un salto de fe y nos abrimos a todo nuestro potencial, es el momento en el que las bendiciones y la abundancia de Luz entran a nuestra vida.
