Este artículo fue publicado originalmente en 2016.
La porción de esta semana, Qui Tetsé, inicia con las palabras: Qui Tetsé la miljamá. Esto suele ser traducido como: “Cuando salgas a la guerra”. Sin embargo, la palabra Qui no significa realmente “cuando”, sino “debido”. En pocas palabras, el inicio de la porción de esta semana nos dice: debido a que sales a la batalla contra tus enemigos, tienes el éxito asegurado.
“Después de cada enemigo vencido, aparece uno (dos o tres) más en su lugar”.
Entonces, ¿a qué se refiere esto de guerra y enemigos? A nivel superficial, no parece ser muy espiritual. Ni hablar de que la historia nos muestra que esta frase no es cierta. Siempre ha habido “enemigos”, y solo porque vamos y los enfrentamos no significa que ganamos. Y después de cada enemigo vencido, aparece uno (dos o tres) más en su lugar. ¿Cómo puede ser la guerra considerada un éxito?
Afortunadamente, tenemos al Zóhar y la sabiduría de los grandes kabbalistas para que nos aclaren esto.
Algo que aprendemos en nuestros estudios en el Centro es que la porción de la Biblia no se refiere a un enemigo externo, sino a nuestras propias reacciones negativas contra las que debemos luchar. Por eso el Rav llamaba “salón de guerra” al lugar en donde hacemos conexiones, debido a que en nuestras conexiones recibimos la energía para luchar esta batalla interna. Con este entendimiento, podemos comenzar a evaluar la batalla espiritual contra nuestra propia negatividad, batalla en la que cada uno de nosotros se encuentra diariamente. Esta es la batalla que se nos asegura que ganaremos debido a que elegimos aceptarla. Sin importar cuántas veces caigamos.
“Esta es la batalla que se nos asegura que ganaremos debido a que elegimos aceptarla. Sin importar cuántas veces caigamos”.
El Rav decía a menudo que la guerra del Armagedón sería una guerra de pensamientos, una guerra de conciencia. La batalla entre el angelito que susurra: “Hazlo por los demás”, y el diablillo que susurra: “Hazlo por ti”. O la vocecita que dice: “Escucha y mantente abierto”, y la otra que dice: “Tengo la razón y los demás no”.
Es interesante darnos cuenta de que leemos la porción de Qui Tetsé justo dos semanas antes de Rosh Hashaná. Hay apoyo en el universo en este momento que puede ayudarnos en esta sana guerra interna, para de esa manera dar nuevos pasos hacia una profunda transformación de nuestro ser y llegar como una persona nueva a ese día de juicio.
Esta semana, fíjate en los momentos en los que estás inclinado a escuchar esa voz que susurra: “Hazlo por ti”, y activa tu libre albedrío para en su lugar elegir: “Hazlo por los demás”. Es esta simple (pero no siempre fácil) elección la que puede darnos control de nuestros pensamientos y la capacidad de superar la negatividad con positividad tanto en nuestro interior como para el mundo.
Y recuerda: debido a que escogemos salir a esta batalla espiritual, tenemos la victoria asegurada.