¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que realmente deseas? Es una pregunta simple y común, sin embargo, la respuesta parece evitarnos diariamente. ¿Qué deseas realmente?
En palabras simples, los kabbalistas nos definen como “deseos andantes que anhelan satisfacción”. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, tenemos un anhelo de que algún tipo de energía nos satisfaga. Pasamos cada momento de nuestra vida buscando felicidad y un sentido de propósito, ¡pero al final seguimos sintiendo que algo nos falta!
¿Por qué?
La porción de esta semana, Qui Tisá, explica por qué no recibimos el rendimiento de la inversión que solemos esperar recibir en nuestra vida, y por rendimiento de la inversión me refiero a felicidad duradera.
Todos los estudiantes del Centro de Kabbalah estamos muy conscientes de que la Biblia no debe ser interpretada literalmente, sino que contiene todos los secretos de cómo funciona el universo.
En la porción de la Torá de esta semana, los israelitas cometen el infame pecado del becerro de oro y, al hacerlo, sacrifican su conexión permanente con la Luz del Creador.
¿Qué es el pecado del becerro de oro y cómo se relaciona con mi vida hoy en día?
Desde un punto de vista histórico, se nos dice que los israelitas recibieron la Torá en el Monte Sinaí y vivieron la llamada “eliminación del ángel de la muerte”.
El ángel de la muerte no es una entidad física que podemos percibir con nuestros cinco sentidos, sino la fuerza que está detrás de todo el caos en nuestra existencia física.
Ya sea el deterioro de una amistad, tu carrera, tu matrimonio o país, puedes estar seguro de que “el ángel de la muerte” tuvo algo que ver.
Después de recibir esta maravillosa conciencia en el Monte Sinaí se les ordenó a los israelitas esperar 40 días a que Moshé descendiera de la montaña para manifestar permanentemente la eliminación del “ángel de la muerte”.
A los 39 días y 18 horas los israelitas cedieron ante su deseo de gratificación inmediata y ¡crearon el becerro de oro!
Esto es lo que el becerro de oro representa en nuestra vida actual, ¡la necesidad de ser satisfecho por lo que quiero ahora mismo!
La única energía que nos dará verdadera plenitud es aquella que se gana, esa es una ley universal.
¿Cómo gano mi relación íntima? ¿Cómo gano mi conexión espiritual? ¿Cómo gano éxito duradero en mi negocio?
La respuesta es muy simple: superando a mi Oponente interno en cada uno de estos campos específicos del juego de la vida.
Mi Oponente interno puede manifestarse como una voz que me dice: “está bien engañar sólo una vez” o “puedo ser egoísta, después de todo, es fin de semana” o “qué importa herir a todas estas personas, haré mucho dinero”.
El Oponente convenció a los israelitas para que cometieran el pecado del becerro de oro y es él mismo quien nos convence de buscar atajos en nuestra vida.
Afortunada y desafortunadamente, no existen los atajos cuando queremos recibir plenitud verdadera y duradera en nuestra vida.
Sin embargo, sí existe un camino más corto y éste es el camino espiritual.
Al aceptar la incomodidad, enfrentar los desafíos con emoción y superar mi necesidad de satisfacción inmediata, me embarco en el viaje en el que podré recibir, más tranquila y rápidamente, la verdadera plenitud que mi alma desea.
Suena divertido, ¿no? ¿Quieres unirte a mí en este viaje?